Reino Unido y Francia firman este martes un acuerdo de colaboración militar histórico con un único objetivo: ahorrar. El primer ministro británico, David Cameron, y el presidente galo, Nicolas Sarkozy, se verán las caras hoy en Londres donde explicarán más en detalle sus planes.
Aunque la prensa amarilla no deja lugar a dudas del descontento que seguro afecta a una parte de la población, que ve un poco extraño que los franceses puedan llegar a dirigir a las tropas de élite británicas.
El acuerdo de cooperación prevé la creación de una fuerza expedicionaria conjunta de unos 6.500 militares, que podría incluir a unidades del Regimiento de Paracaídas, de los Royal Marines y de las SAS o fuerzas especiales junto a sus equivalentes francesas.
El pacto afecta también a las respectivas fuerzas de disuasión nuclear y así, a partir de 2015, las ojivas atómicas británicas se probarán, como las francesas, en el laboratorio de Dijon (Francia).
Mientras, el establecimiento militar británico de Aldermaston se centrará en el desarrollo de nueva tecnología.
La guerra de las Malvinas
Pero el hecho de que un general francés pueda asumir el mando de las SAS no es bien visto por diarios como el Daily Mail y el Daily Express, que muestran su preocuación por el futuro de la soberanía de Reino Unido en materia militar con la vista puesta en futuras crisis como la de las Malvinas.
"No puedo evitar recordar que durante la guerra de las Malvinas algunos fabricantes de armas franceses no nos ayudaron precisamente en nuestros intentos de recuperar esas islas", comenta el diputado conservador Patrick Mercer.Este último periódico recoge opiniones de militares y expertos que se quejan de que el Gobierno británico haya decidido recurrir a ese pacto porque le sale más barato que el hecho de mantener una defensa independiente.
Además, las marinas de guerra de ambos países coordinarán también el uso de sus portaaviones. Pero la decisión británica de jubilar el Ark Royal, unido a los frecuentes trabajos de mantenimiento del Charles de Gaulle, significa que los dos países tendrán que compartir un solo portaaviones.
Y ello significa, según el Daily Express, que si las Malvinas se ven amenazadas en un momento en que Reino Unido no tiene disponible su propio portaaviones, corresponderá a París la última decisión sobre si enviar allí o no una fuerza expedicionaria.
El comandante John Muxworthy, veterano de la guerra de las Malvinas y actual director ejecutivo de la Asociación de Defensa Nacional del Reino Unido, califica el plan de "totalmente irresponsable" ya que "compromete totalmente nuestra integridad operativa".
"Si necesitamos enviar un portaaviones para proteger uno de nuestros territorios y el nuestro está siendo reparado y los franceses se niegan a que utilicemos el suyo, no vamos a poder proteger nada", critica Muxworthy en unas declaraciones que publican hoy varios medios de prensa.
Ahorro considerable
Frente a esos temores, en una carta al Daily Telegraph, destacados veteranos de los organismos de seguridad de ambos países proponen que ambos países den pasos decididos que permitan compartir sus respectivas fuerzas de disuasión nuclear.
En la carta recuerdan que Francia invirtió sólo el año pasado 544 millones de euros en instalaciones para llevar a cabo pruebas virtuales con las cabezas nucleares que por el contrario no puede llevar a cabo Reino Unido al carecer de ese tipo de laboratorios.
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