Teherán ha reanudado este lunes las negociaciones sobre su programa nuclear con el llamado 'Grupo 5+1' en Ginebra, en la sede de la misión suiza ante la ONU. Sin embargo, la República Islámica ya expresó su insistencia en que el diálogo no incluya en la agenda su programa nuclear. Las expectativas de éxito no parecen muchas para Occidente, debido a las recientes declaraciones del líder iraní tras el asesinato de un importante físico nuclear suyo.
En la reunión actual en Ginebra participan los representantes de los ministerios de Exterior de Rusia, China, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Alemania y la Alta Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, la baronesaCatherine Ashton. La parte de Irán es representada por tradición por Sayed Yalili.
Las negociaciones empezaron un día después de que Irán había asegurado ser capaz de enriquecer el uranio a partir de su propio óxido de uranio, también conocido como 'torta amarilla'. Así, el presidente Mahmud Ahmadinejad declaró que “el país ya no depende de los suministros del uranio enriquecido del extranjero”.
Por sospechas de que Irán lo esté destinado al desarrollo de armas atómicas, Occidente insiste en discutir detalladamente el programa nuclear de la república islámica: “esperamos mantener unas muy buenas conversaciones para contar con un avance útil y un diálogo transparente... pero los derechos (nucleares) de Irán no son negociables", señaló Sayed Yalili.
Hace poco, el presidente iraní declaró que no tenía intención de negociar esta cuestión, pues estaba profundamente convencido de que el desarrollo del programa nuclear iraní es un derecho integrante de la República Islámica. “Explicamos muchas veces que no vamos a negociar sobre el derecho del pueblo iraní a la utilización del átomo. Pero si el Grupo de los Seis quiere discutir las cuestiones de la colaboración en la esfera nuclear, estamos dispuestos a hacerlo”, declaró Ahmadinejad a la televisión local en vísperas de las negociaciones.
Así, las seis potencias participantes redujeron sus expectativas sobre algún avance en las discusiones. Unos diplomáticos expresaron sus esperanzas para reunirse de nuevo y llevar a cabo conversaciones más sustanciales quizás a inicios del año próximo. Eso podría considerarse como una señal de progreso.
Las negociaciones con el Grupo de los Seis fueron interrumpidas desde hace más de un año, después de que en noviembre del 2009 el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) condenara a Irán por la construcción de la segunda fábrica de enriquecimiento de uranio.
Desde el año 2003, el grupo de los Seis junto con la OIEA trata de lograr que Irán detenga los trabajos de enriquecimiento de uranio, que pueden amenazar al régimen de la no difusión nuclear. En junio de 2010, el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó una resolución consecutiva sobre el endurecimiento de las sanciones contra Irán. Fue la cuarta resolución aprobada por el Consejo de Seguridad por el rechazo de Irán a cumplir las exigencias internacionales y aclarar las cuestiones sobre el programa nuclear iraní.
Los diplomáticos occidentales dicen que las medidas están perjudicando la economía del país dependiente del petróleo, pero Teherán niega que las sanciones hayan tenido algún efecto
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