Los puestos avanzados de Sang Atesh y Muqur, situados en ‘tierra de nadie’ a varios kilómetros de distancia de la base de Qala e Naw, han resultado un éxito. Han conseguido que la insurgencia, talibanes y narcos se replieguen a otras zonas y utilicen otras rutas secundarias. Se mueven de noche para evitar controles.
La instalación de estos puestos supuso una ‘tercera fase’ de despliegue en la provincia de Badghis, de responsabilidad española. Las guarniciones, situadas en ‘tierra de nadie’ por donde campaba a sus anchas la insurgencia, se han convertido en una eficaz herramienta para frenar a los grupos armados.
Según ha podido saber El Confidencial Digital, esta estrategia de cortar las rutas talibanes con presencia militar ha tenido éxito. Los insurgentes y los grupos de narcotraficantes ya no pasan por la ruta de Sang Atesh, que une la población de Qala e Naw con Bala Murghab. Algo similar ocurre en Muqur, el otro puesto avanzado español.
“Los talibanes ahora viajan de noche, y lo hacen por terreno sin asfaltar y dando rodeos” aseguran fuentes militares con información de primera mano sobre estos corredores. Así, la insurgencia trata de evitar ser avistada por las tropas de la ISAF, que controlan la zona desde posiciones elevadas.
La llegada del general Petraeus al mando de la ISAF precipitó el adelanto de estos puestos tierra adentro. Una de sus primeras órdenes del nuevo comandante en jefe fue “salir a buscar a la insurgencia, no esperarla en sus posiciones”.
Una de ellas, Sang Atesh, está situada a tres kilómetros y medio al norte de su anterior ubicación. La última se encontraba sobre el lecho de un río que, con la llegada de la época de lluvias, corría peligro de quedar abnegada por el agua. El nuevo emplazamiento, en una situación más elevada, permite un mejor control del valle. El inconveniente es que se encuentra en una zona dominada por la insurgencia.
En la otra, la de Muqur, al este de Qala e Naw, las tropas españolas comparten responsabilidad con las estadounidenses. Son posiciones claves de la ruta ‘Lithium’, la vía que comunica Herat y Qala e Naw con la población de Bala Murgab y la frontera conTurkmenistán.
Más frio, menos patrullas y poca insurgencia
El frío del invierno está dando un respiro a las tropas españolas. Las bajas temperaturas y la nieve –que hace impracticable el terreno afgano- disminuyen considerablemente la actividad de la insurgencia, que pasa a estar en “hibernación semi-permanente”. Así lo califican fuentes militares desplegadas en el país asiático.
Las últimas semanas de noviembre han estado marcadas por una “relativa tranquilidad”, a pesar de ser el mes más violento del 2010 para las tropas de la coalición. Salvo algunas refriegas sin consecuencias y algún disparo lejano, la calma ha reinado en la zona.
Por otra parte, los españoles están patrullando menos que antes, gracias al paulatino traspaso de competencias al ejército afgano.
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