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sábado, 29 de enero de 2011

El Gobierno egipcio presenta su dimisión



Centenares de egipcios continúan en el centro de El Cairo, especialmente en la plaza Tahrir, tomada por el Ejército después de los violentos disturbios del viernes, que forzaron al presidente, Hosni Mubarak, a decretar el toque de queda.

Las tanquetas de las Fuerzas Armadas se encontraban apostadas en la plaza Tahrir, en los alrededores del Museo Egipcio y mantenían cortada la avenida paralela al Nilo, a la altura de la sede del gobernante Partido Nacional Democrático, donde continuaba el incendio desatado anoche.

También mantenían una fuerte vigilancia sobre el edificio de la televisión pública egipcia, que grupos de manifestantes intentaron asaltar el viernes, sin lograr su propósito.

En la plaza Tahrir (Liberación, en árabe), epicentro de las protestas de los últimos días, centenares de personas, en su mayoría hombres jóvenes, continuaban apostados tras una noche en vela y dialogaban con los soldados.

Anoche, después de que Mubarak ordenara al Ejército que apoyara a la Policía para garantizar la seguridad, los militares fueron aclamados por los miles de egipcios que continuaban en la calle a pesar del toque de queda.

El centro de El Cairo amaneció este sábado con claros signos de los disturbios de la víspera, que acabaron, sólo en la capital, con una veintena de muertos.

Los Hermanos Musulmanes consideran insuficiente la destitución del Gobierno

El grupo Hermanos Musulmanes se mostró este sábado insatisfecho con el discurso de anoche del presidente Hosni Mubarak y aseguró que la destitución del Gobierno es "sólo un paso", previo a aceptar las reivindicaciones de la oposición y del pueblo.

"El cambio del Gobierno no es el objetivo fundamental, ya que hay un conjunto de reivindicaciones que piden las fuerzas políticas, como la derogación de la ley de Emergencia, la disolución del Parlamento y elecciones libres y limpias", declaró a Efe Walid Shalabi, asesor de información del "guía supremo" del grupo, Ezzat el Badia.

En la sede del movimiento, que está ilegalizado pero semitolerado por el régimen, Shalabi dijo que otras de las peticiones de la oposición y del pueblo son "obtener libertades públicas y juzgar a los corruptos".

"La destitución del Gabinete es sólo un paso. Deseamos un Gobierno que tenga interés en lanzar las libertades públicas, que resuelva el problema del desempleo y que no trabaje en beneficio de un sólo grupo", subrayó.


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