espacioseuropeos.com (21/3/2011)
En la primera fase del ataque a Libia, calificada de “éxito” por el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos,Michael Mullen, han muerto decenas de civiles según algunas fuentes. Las primeras cifras del gobierno libio hablaban de 64 fallecidos, un dato negado por Mullen, que afirmó que no había habido “ninguna baja civil durante los ataques de la coalición”. Por su parte, Amr Moussa, secretario general de la Liga Árabe, denunció el “bombardeo de civiles” y “la muerte de muchos libios inocentes”.
En la primera fase del ataque a Libia, calificada de “éxito” por el jefe del Estado Mayor de Estados Unidos,Michael Mullen, han muerto decenas de civiles según algunas fuentes. Las primeras cifras del gobierno libio hablaban de 64 fallecidos, un dato negado por Mullen, que afirmó que no había habido “ninguna baja civil durante los ataques de la coalición”. Por su parte, Amr Moussa, secretario general de la Liga Árabe, denunció el “bombardeo de civiles” y “la muerte de muchos libios inocentes”.
Fuentes directas de la agencia MISNA en Trípoli afirman que son creíbles las informaciones de la televisión estatal en las que se dice que hay decenas de civiles muertos. Los ataques de los aliados han conseguido establecer la zona de exclusión aérea con la que la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas pretende frenar a Gadafi y proteger a la población civil. Aunque anoche el gobierno libio anunció otro alto al fuego -el primero, proclamado el viernes, no fue respetado-, los países aliados no lo han reconocido. Mientras tanto, la situación de los refugiados libios en Túnez se complica.
En Ben Gardane, una ciudad tunecina situada a 30 kilómetros de la frontera con Libia, el 80% de la población se dedicaba al comercio transfronterizo antes de la guerra. Hoy, el negocio está totalmente estancado a causa del conflicto, y la tensión entre tunecinos y libios refugiados va en aumento. Según ACT, una alianza de 111 iglesias y organizaciones que trabaja en asistencia humanitaria y desarrollo, un grupo de residentes atacó vehículos de ayuda humanitaria el pasado jueves. El aumento de la violencia hace que las entidades que trabajan en la zona se planteen marcharse para preservar la seguridad de sus empleados. “Túnez está preocupado con el desempleo generalizado”, ha afirmado un portavoz de ACT, “y la población en las zonas fronterizas está descontenta con el flujo constante de refugiados que cruzan la frontera de Libia”.
N. de la R.La noticia se publica con la autorización de Mundo Negro. La fotografía de portada es propiedad del diario El Espectador.
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