En un campo próximo a la frontera con Brasil, en el paraje Sepultura del norteño municipio de Artigas, según portavoces de la Fuerza Aérea uruguaya, que exhibieron las piezas al público antes de enviarlas al Museo Aeronáutico y tras avisar a la Nasa, cayeron durante el mes de marzo componentes del cohete norteamericano Delta II, como resultado de un lanzamiento realizado en 2003 con la finalidad de poner en órbita un satelite con dispositivos para el sistema GPS y una nave Mer-A conteniendo dos robots con destino a Marte.
La caída de esta chatarra espacial estaba programada para su pérdida en el océano Pacífico, en la misma latitud aproximada . Inicialmente, su reingreso a la tierra, y su aproximación a suelo uruguayo fueron confundidos con un OVNI, por lo que intervino la Comisión Receptora e Investigadora de Denuncias de Objetos Voladores No Identificados, CRIDOVNI. Solamente hacia el año 2000 se avistó en Uruguay el retorno de un cohete ruso a la atmósfera, que no cayó en territorio de este país, por lo que esta es la primera caída de chatarra espacial sobre la superficie uruguaya.(Javier Bonilla)
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