PARÍS, 4 Jul. (Reuters/EP) -
Saif al Islam, uno de los hijos del mandatario libio, Muamar Gadafi, se ha mostrado seguro de que ni los rebeldes ni las fuerzas de la OTAN conseguirán expulsar a su padre del poder. Así lo ha manifestado en una entrevista concedida a la televisión francesa TF1.
"Decirle a mi padre que abandone el país es una broma. Nunca nos rendiremos. Lucharemos, porque es nuestro país. Tenemos que luchar por nuestro país", ha dicho, advirtiendo de que la campaña de bombardeos que ha emprendido la Alianza convierte a sus efectivos en "blancos legítimos" para las fuerzas libias.
En concreto, se ha referido al presidente francés, Nicolas Sarkozy, uno de los principales impulsores de la intervención militar en el país árabe. "No vais a ganar. No tenéis ninguna oportunidad, cero oportunidades, de ganar aquí la guerra", ha aseverado.
Además, ha indicado que la intervención francesa en Libia se debe a motivos distintos a los aducidos por su presidente, apuntando al fracaso de algunos negocios bilaterales en materia de defensa y energía.
"Si estáis enfadados con nosotros porque no estamos comprando los aviones Rafale, deberías hablar con nosotros", ha dicho, en alusión a los aviones de combate del fabricante francés Dassault, que París había tratado de vender a Trípoli antes de que estallaran las revueltas.
"Si estáis enfadados con nosotros porque los acuerdos petroleros no están yendo bien, deberíais hablar con nosotros", ha insistido, en referencia a los contratos energéticos bilaterales.
No obstante, Saif al Islam ha reiterado la disposición de su padre a atender algunas de las demandas occidentales. "Queréis democracia, estamos preparados. Queréis elecciones, estamos preparados. Queréis una nueva Constitución, estamos preparados. Queréis un alto el fuego, estamos preparados", ha afirmado.
Sin embargo, ha insistido en que los rebeldes han rechazado reiteradamente todas las ofertas que las autoridades libias han formulado a este respecto. "El otro lado las está rechazando todo el tiempo", ha recordado.
El pasado 27 de junio, el Tribunal Penal Internacional (TPI) emitió una orden de arresto internacional contra Gadafi, Saif al Islam y el jefe de la Inteligencia, Abdulá al Senussi, por haber ordenado "personalmente" a las fuerzas de seguridad que disparasen contra civiles desarmados en Trípoli, Benghazi y Misrata.
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