En algún lugar de este planeta un comando estadounidense está realizando una misión. Sin el conocimiento del público de EE.UU., una fuerza secreta dentro del ejército está llevando a cabo operaciones en la mayoría de los países del mundo. Esta nueva élite de poder del Pentágono está haciendo una guerra global cuyo tamaño y alcance nunca ha sido revelada, hasta ahora.
Luego que un navy SEAL estadounidense presuntamente asesinó a Osama Bin Laden, una de las unidades más secretas de operaciones encubiertas en el ejército estadounidense, repentinamente encontró su misión en la atención del público. Fue atípico.
Mientras es bien conocido que las fuerzas de operaciones especiales de EE.UU. están desplegadas en las zonas de guerra de Afganistán e Irak, y cada vez es más evidente que estas unidades operan en zonas de conflicto más oscuras como Yemen y Somalia, la extensión de la guerra en todo el mundo ha permanecido profundamente en las sombras.
El año pasado, Karen DeYoung y Greg Jaffe del diario The Washington Post informaron que las fuerzas de operaciones especiales estadounidenses estaban desplegadas en 75 países, frente a 60 a finales de la presidencia de Bush.
Para finales de este año, el vocero del Comando de Operaciones Especiales de EE.UU., Coronel Tim Nye afirmó que esa cifra probablemente alcanzará a 120. “Nosotros hacemos muchos viajes – mucho más que Afganistán o Irak”, dijo recientemente.
Esta presencia global, en casi 60% de las naciones del mundo y mucho mayor de lo que se reconoce, proporciona una sorprendente nueva evidencia de una elite de poder en aumento del Pentágono, haciendo una guerra secreta en todas las esquinas del mundo.
Tomado de Counterpunch, Traducción por Ivana Cardinale para Patria Grande
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