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viernes, 30 de septiembre de 2011

HMAS Farncomb: submarino australiano en problema


De acuerdo a una noticia publicada recientemente por el periódico The Australian, el submarino clase Collins de la armada australiana SSG 74 HMAS Farncomb estuvo muy cerca de perderse 23 de agosto del corriente año. Según esta versión se vivieron situaciones de muchísima tensión abordo, con tripulantes que creyeron estar viviendo sus últimos momentos al deslizarse el submarino a las profundidades sin ningún tipo de propulsión. La habilidad de su experto comandante habría salvado al buque de ser aplastado por las profundas aguas del Índico.

Aunque la marina australiana inmediatamente desestimó la versión como sensacionalista, los hechos descriptos en el sitio oficial de esta institución reflejan una situación por demás compleja y delicada.

De acuerdo a esta versión oficial el buque comandado por el CO Glen Miles, un experimentado submarinista y aficionado a la arqueología y al rugby, se encontraba dando snorkel a unos 20 m de profundidad al oeste de Australia en el Océano Indico cuando se produjo la pérdida total de propulsión.

De inmediato la tripulación intentó restablecer la propulsión del buque pero sin éxito por lo que, dado que el estado del mar en ese momento no era el más adecuado para realizar la tarea en superficie, el comandante ordenó ir a plano de seguridad (unos 50 m de acuerdo a The Australian) para investigar el defecto.

Al sumergirse el buque adoptó una inclinación a proa que, según la armada australiana, sería normal en esta situación. Pese a los esfuerzos realizados tampoco se pudo restablecer la propulsión en emergencia en el tiempo esperado. Pese a estar disponible, no se utilizó el sistema de propulsión auxiliar (EPU, Emergency Propulsion Unit) independiente del sistema principal. Este sistema de menor potencia que el principal, puede (según la armada australiana) propulsar el buque a cualquier profundidad y hubiera permitido controlarlo en una situación como la enfrentada.

El buque continuó descendiendo debido a la velocidad residual, aunque se estaban bombeando los tanques de compenso. Para frenar el descenso el comandante ordenó soplar los tanques de lastre inmediatamente después de alcanzar el plano de seguridad. A medida que el buque ascendía, el CO Miles ordenó el soplado de emergencia de los tanques de lastre para acelerar el ascenso y así minimizar el tiempo en que el submarino estaría sumergido a poca profundidad expuesto a una colisión con tráfico de superficie.

Una vez en la superficie el Farncomb pudo restablecer la propulsión en emergencia y así volver a la base de submarinos en Fremantle.

La historia relatada por el periódico describe una situación mucho más desesperante donde el soplado de emergencia de los tanques habría sido para evitar que el buque se precipitara a su destrucción en aguas de 1300 m de profundidad, el sistema auxiliar de propulsión no serviría para salvar este tipo de emergencias, el buque habría adoptado una inclinación marcada a popa al comenzar el soplado de tanques, etc. Como en todo, la verdad puede estar en medio de ambas versiones.

Lo cierto es que la clase Collins tiene un historial de problemas que la vienen persiguiendo desde antes de que se botara el primero de sus buques. Cualquier incidente que involucre a alguno de ellos llamará inevitablemente la atención de la prensa. Mientras tanto sólo queda esperar que se publiquen los resultados de la investigación que se está llevando a cabo para determinar las causas del incidente.





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