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sábado, 3 de marzo de 2012

Rusia seguirá negociando con Azerbaiyán el alquiler del radar de Gabala

Konstantín Bogdánov, RIA Novosti


El Ministerio ruso de Defensa está negociando con Azerbaiyán la prolongación del uso del radar de Gabala, situado en territorio azerbaiyano, que es uno de los elementos clave del sistema ruso de alerta temprana sobre ataques de misiles. 

En caso de que el diálogo no culmine con éxito, Moscú podría retirar la estación de radar de Gabala del servicio operativo y sustituirla por otra que esté emplazada en el territorio de Rusia, en línea con el nuevo concepto del despliegue de radares de alerta temprana aprobado por los militares rusos. 

Un precio muy alto

Se trata del radar de alerta temprana de la serie Darial emplazado en las proximidades de Gabala (Azerbaiyán). Esta estación permite controlar el espacio aéreo en la frontera sur de Rusia y está modernizándose actualmente. 

"Las negociaciones sobre el radar de Gabala continúan y la primera ronda transcurrió en un ambiente constructivo. Ahora necesitamos consensuar con los colegas azerbaiyanos la fecha en la que la delegación rusa pueda viajar a Azerbaiyán para continuar las conversaciones", declaró el viceministro de Defensa, Anatoli Antónov, el pasado 28 de febrero. 

Anteriormente, el periódico ruso Kommersant informó citando fuentes del departamento militar ruso, que Azerbaiyán exige subir el alquiler del radar de siete a 300 millones de dólares anuales. Según el diario, en otoño pasado, las exigencias de Bakú fueron más modestas. Se preveía aumentar el valor del alquiler hasta 15 millones de dólares como máximo. 

“Es un precio muy alto, lo que no es justificado. Vamos a insistir en su reducción. Todavía conservamos la esperanza de encontrar una fórmula de compromiso”, comentó una fuente del Ministerio de Defensa. 

Otras fuente añadió que Rusia podría retirar el radar de Gabala del servicio activo “si Bakú no

modera sus demandas”.

Actualmente, el radar de Gabala desempeña un papel importante, sobre todo porque controla el sector sur y podrá detectar lanzamientos de misiles desde el océano Índico. Además, este radar es capaz de detectar lanzamientos de misiles desde el territorio de Irán, lo que es también es importante en la actual coyuntura geopolítica

En caso de que se tome la decisión hipotética de retirar el radar del territorio de Azerbaiyán, lo que hoy por hoy parece poco justificado, será necesario poner en marcha cuanto antes rápidos el segundo segmento del radar de alerta temprana en Armavir (Territorio de Krasnodar).

Tapando agujeros

¿Por qué el funcionamiento de un radar ruso depende de la postura de un Estado extranjero? En la época soviética el despliegue de radares se regía por el sexto artículo del Tratado de Limitación de Sistemas de Defensa Antimisiles suscrito por Rusia y EEUU en 1972.

En virtud de este documento, Moscú y Washington se comprometieron no desplegar “radares de alerta temprana de ataque de misiles estratégicos salvo en posiciones situadas en la periferia de su teritorio nacional y orientados hacia afuera”.

Debido a esto, se desplegaron las estaciones de radar en Mukachovo y Sebastópol (Ucrania), en Gabala (Azerbaiyán) y en Skrunda (Letonia). Además, se utilizó un sistema desplegado en Kazajstán.

Tras el colapso de la Unión Soviética en 1991, la mayoría de estos radares pasaron a ser propiedad de ex repúblicas soviéticas.

Hoy por hoy, Rusia solo dispone del radar Darial desplegado en Pechora, que vigila en dirección al Norte; y el radar modernizado Dniepr/Daugava cerca de la ciudad de Olenegorsk (provincia de Múrmansk, al norte de Rusia) capaz de detectar lanzamientos de misiles cuyas trayectorias de vuelo sobrepasan Groenlandia.

La construcción de radares en Mishelevka y Abalakovo, en la provincia de Irkutsk (Siberia), no ha finalizado. Cabe mencionar que el último fue orientado en dirección noroeste y estaba construyéndose sin observar los compromisos asumidos en el Tratado de Limitación de los Sistemas de Defensa Antimisiles, lo que suscitó una aguda polémica entre Moscú y Washington.

Para tapar agujeros en dirección oeste, Rusia tuvo que finalizar la construcción y poner en marcha el radar Volga, desplegado en el territorio de Bielorrusia. Su construcción se inició en 1981 para contrarrestar la amenaza potencial proveniente por parte de los misiles estadounidenses de alcance medio Pershing 2 desplegados en Europa. Pero tras la suscripción del Tratado de Eliminación de Misiles de Alcance Medio y Más Corto en 1987, el radar Volga ya no fue tan necesario y las obras de construcción se ralentizaron. Tras 1998, se finalizó a ritmos rápidos la construcción del radar que entró en servicio operacional hacia 2000.

Radar Voronezh sustituye a Darial

La situación cuando los radares desplegados en Rusia vigilaban solo la dirección del Norte y Noroeste preocupaba a los militares rusos. Las direcciones Sur y Oeste se controlaban con radares desplegados en los territorios de ex repúblicas soviéticas, lo que puso a Rusia en una posición dependiente de la postura de Gobiernos postsoviéticos.

En los noventa, el Estado no pudo destinar muchos recursos para el desarrollo de las fuerzas nucleares estratégicas de Rusia. Aún luego de finalizar la Guerra Fría el Kremlin estaba seguro de que el sistema de alerta temprana es la única garantía de la seguridad, independencia e integridad territorial del país. Por eso Rusia empezó a desarrollar este sistema en cuanto obtenga la respectiva posibilidad.

Los radares en la época soviética eran edificios de hormigón de muchos pisos en los que se instalaban elementos radiotécnicos. Desde el inicio de su construcción hasta la incorporación de estas estaciones pasaron muchos años. La modernización de los radares de este tipo exigía grandes cantidades de tiempo y dinero y era imposible desplegarlos en otras zonas.

Según el muevo concepto, se decidió construir radares móviles compuestos por los módulos radiotécnicos suministrados por el fabricante que se acoplan sobre una plataforma especial.

La primera estación de este tipo, Voronezh, permitió realizar tres tareas. Ante todo, se logró reducir los plazos de construcción y el coste de producción.

Según los datos oficiales, el coste de producción y emplazamiento del radar Voronezh es de 1.500 millones de rublos (unos 48 millones de dólares, al cambio actual). La estación consiste de 23 módulos que se acoplan sobre la plataforma de hormigón. El proceso de instalación de un radar de este tipo lleva de 12 a 16 meses.

Y un radar tradicional, de la marca Darial, como el que se encuentra en Gabala (Azerbaiyán), está dotado con unos cuatro mil elementos radiotécnicos, cuesta unos 19.800 millones de rublos (632 millones de dólares) y el proceso de su construcción lleva de cinco a seis años.

Además, los radares móviles pueden modernizarse rápidamente mediante la sustitución de módulos y, en caso necesario, desmontarse fácilmente y trasladarse a otra plataforma. 

Despliegue de toda una red de radares móviles

Ha día de hoy tres radares de tipo Voronezh se han puesto en servicio activo en Rusia.

Un radar está desplegado en Armavir (Territorio de Krasnodar) y controla la dirección Sur y Suroeste. El segundo radar está ubicado en Lestuji (provincia de Leningrado) y vigila el espacio del Atlántico Norte. La tercera estación que está desplegada en Kaliningrado, funciona en modo de prueba y entrará en servicio operacional en 2014,

También se prepara para entrar en acción el cuarto radar Voronezh-VP, desplegado cerca de la ciudad de Irkutsk (Siberia) y que podrá detectar lanzamientos de misiles desde el este.

La quinta estación, que será el segundo segmento del radar en Armavir, controlará la dirección sureste tras su incorporación del en 2012. A esta estación se cifran todas las esperanzas principales en caso de que el radar de Gabala se retirase de servicio operativo. Hoy en día, el concepto de radar móvil se ha transformado y se ha hecho más flexible. Se trata del proyecto “Mars” (Radar Adaptivo Multifuncional, por sus siglas en ruso), desarrollado por el Instituto Radiotécnico Alexander Mints.

Esta estación inicialmente se desarrolla como móvil, sujeta a la modificación y con un planteamiento multifuncional. Además, debe acoplarse fácilmente con sistemas de alerta temprana y otros sistemas de información, incluidos los de control del espacio cósmico, de defensa antimisiles y de defensa contra misiles no estratégicos con base en mar, entre otras cosas.

En virtud de este concepto del desarrollo de la red de radares, el radar de Gabala en Azerbaiyán sigue siendo importante para el sistema ruso de alerta temprana, pero debería perder su importancia paulatinamente.


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