En mayo de 1974 la Unión Soviética cancela el programa lunar N1-L3 debido a los fracasados intentos de iniciar el programa lunar tripulado producidos. En ese momento se reorganiza el célebre OKB-1, el centro de diseño creado y dirigido por Serguéi P. Korolyov: el responsable del N1-L3, Mishin el anterior director y heredero del programa N1-L3, es despedido y nace el NPO Energia, dirigido por Serguéi Glushko, antiguo rival de Korolyov. Es así que comienzan los estudios para el desarrollo de un lanzador superpesado, para continuar con las ambiciosas aspiraciones soviéticas en el espacio, y aprovechar la fracasada experiencia del programa N1-L3.
El Energia es el logro máximo de la cosmonáutica soviética: su diseño es conceptualmente distinto y por cierto radical: la carga útil se fijaba lateralmente, era parcialmente reutilizable y poseía una carga de pago máxima de 110 toneladas en órbita baja. Finalmente la Unión Soviética disponía de un lanzador pesado para su programa espacial, el Energía tenía la máxima capacidad de carga lograda en un sistema de lanzamiento.
Futuros proyectos como ampliar la exploración orbital terrestre, con la Mir 2, un viaje tripulado a la Luna y a Marte dependían del desarrollo de este sistema. Por otro lado el Energía era el lanzador del transbordador espacial Burán, la otra joya del programa espacial soviético que prometía sustituir a las venerables naves Soyuz y facilitar el acceso de cosmonautas y cargas al espacio.
El Energía fue el primer cohete soviético en utilizar combustibles criogénicos: oxígeno e hidrógeno líquidos. Si bien la comparación con el Shuttle norteamericano generó suspicacias, el Energia es un lanzador universal, es decir puede lanzar casi cualquier tipo de cargas mientras que el sistema de lanzamiento del Shuttle está específicamente diseñado para el transbordador espacial.
El lanzador Energía estaba formado por dos módulos: el Bloque Central 'Ts' (segunda etapa), y cuatro lanzadores laterales (boosters), el Bloque 'A' (primer etapa). El cuerpo de cuatro lanzadores del Bloque A consistían en la primer etapa del lanzador Zenit. Este lanzador es el más moderno diseñado por la URSS, lo que demuestra el papel central que el proyecto Energía significó para el programa espacial soviético. Cada booster estaba equipado con un motor RD-170 con cuatro cámaras de combustión, que funcionaba con oxígeno líquido y keroseno. El motor RD-170 es el más potente jamás construido, desarrolla un empuje superior a las 800 tn-fuerza. Los cuatro lanzadores eran reutilizables, y descendían mediante paracaídas una vez cumplido su cometido.
El cuerpo central, el Bloque Ts, muy parecido externamente al Tanque Externo del Transbordador Espacial norteamericano, disponía de cuatro motores RD-120, que funcionaban con combustibles criogénicos: hidrógeno y oxígeno líquidos. El empuje de cada uno de estos motores era de 170 tn-fuerza. Como vemos, las similitudes eran solo externas, ya que el ET del Shuttle cumple las tareas de almacenamiento de combustible, mientras que en el sistema Energía el Bloque C alojaba el sistema principal de empuje y todos los elementos de aviónica necesarios para la guía del cohete.
En total el sistema Energía podía alcanzar una masa de lanzamiento de 2400 toneladas, incluyendo la carga útil de 100 tn. El Energía fue lanzado en tan solo dos ocasiones: el 15 de mayo de 1987 transportando al sistema Polyus, y el 15 de noviembre de 1988 transportando al primer transbordador espacial de la URSS, el Burán, en su único vuelo. En ambas misiones el sistema Energía funcionó según lo previsto.
Luego de la desaparición de la URSS en 1991 el programa cayó en el olvido. Los máximos logros de la cosmonáutica soviética son historia. Sin embargo, en las etapas en las que el Energía se desarrollaba a comienzos de los años 80', surgió un concepto posterior del mismo, denominado Vulkan.
Este verdadero monstruo estaba formado por los componentes fundamentales del Energía: el Bloque Ts sería la primer etapa, igual que en el caso de su hermano menor, sin embargo el Bloque A, la primer etapa, incorporaría ocho impulsores laterales, a diferencia de los cuatro del Energía. En este caso los impulsores laterales no serían reutilizables.
La masa total de lanzamiento del Vulkan se estimaba en 4747 toneladas, y se estimaba que podía colocar en órbita baja, unos 200 km, una masa de 200 toneladas, es decir el doble de carga útil que el Energía. Con una etapa superior el Vulkan podía colocar en órbita geoestacionaria una masa de 36 tn, y se estimaba en 46 tn la carga que podía colocar en órbita lunar.
Naturalmente el Vulkan nunca llegó a despegar, se trató de un estudio que pretendía disponer de un lanzador superpesado para futuras misiones. Un proyecto de estas dimensiones es casi inconcebible hoy día. Sin embargo es difícil de resistir la tentación de imaginar como sería la configuración del hermano mayor del Energía, el proyecto espacial más sofisticado de la Unión Soviética.
Una perspectiva del Vulkan y de la agrupación de los lanzadores laterales en grupos de a cuatro. Fuente: Buran-Energia.
Una visión comparativa de las capacidades de carga del Energía y el Vulkan. Fuente: Buran-Energia.
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