El ejército turco ha continuado bombardeando posiciones en el interior de Siria durante esta madrugada, matando a varios soldados, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Las fuerzas armadas turcas, además, han asegurado que el responsable del lanzamiento de los proyectiles que ayer cayeron en suelo turco, matando a cinco personas e hiriendo a otras ocho, es el ejército sirio. De haberse tratado de fuego de mortero, cabría atribuirlo tal vez a la insurgencia o a grupos incontrolados, pero, de acuerdo la versión de las autoridades turcas, los muertos se produjeron por obuses de artillería, que sólo las tropas del régimen poseen, según informa el diario «Milliyet».
El ministro de información sirio, Umran Al Zuabi, ha sido el primero en tratar de rebajar la tensión entre ambos países, ofreciendo las condolencias del gobierno sirio a las familias de los turcos fallecidos, a los que ha calificado de «mártires».
«Los gobiernos deben actuar de forma sabia, racional y responsable», dice Damasco
«En caso de incidentes fronterizos que ocurren entre dos países vecinos, los estados y gobiernos deben actuar de forma sabia, racional y responsable, en particular dado que existen condiciones especiales en las fronteras entre Siria y Turquía, dada la presencia de grupos terroristas indisciplinados desplegados a lo largo de las fronteras, que tienen diferentes agendas e identidades. Estos grupos constituyen una amenaza a la seguridad de Siria y la región», dijo anoche Zuabi, según la agencia estatal SANA.
En todo caso, el parlamento turco ha autorizado este jueves operaciones militares en el interior de Siria en caso necesario. La decisión, conforme al artículo de la Constitución que regula las declaraciones de guerra, fue aprobada con 320 votos a favor, los del gubernamental Justicia y Desarrollo (AKP) y el opositor MHP, y 129 en contra, del socialdemócrata CHP y el prokurdo BDP, informa EFE.
«Acto de agresión»
La moción no implica necesariamente que dichas operaciones militares se vayan a producir, sino que, en caso de nuevos incidentes bélicos con Siria, el ejecutivo podría ordenar la acción del ejército sin necesidad de mayor autorización política. En este sentido, es una medida similar a la que desde hace varios años se aplica al norte de Irak, donde el ejército está autorizado por el Parlamento a intervenir contra las bases de la guerrilla kurda del PKK. La medida, avalada por el artículo 92 de la constitución turca, que regula el envío de tropas turcas a países extranjeros, tiene una duración de un año, pasado el cual los parlamentarios deben decidir si la renuevan o no.
Turquía, además, ha pedido al Consejo de Seguridad de la ONU que tome «las medidas necesarias para poner fin a estos actos de agresión, y asegurar que Siria respeta la soberanía, la integridad territorial y la seguridad de Turquía», tal y como ha escrito el embajador turco en las naciones Unidas, Ertugrul Apakan, al presidente actual del Consejo, el guatemalteco Gerth Rosenthal. «Esto es un acto de agresión contra Turquía. Constituye una violación flagrante de la legislación internacional, así como una ruptura de la paz y la seguridad internacional».
Sin embargo, Ankara trata de que la situación no escale demasiado, a la par que intenta dar una imagen de firmeza. «Turquía no tiene interés en una guerra con Siria. Pero Turquía es capaz de proteger sus fronteras y responder cuando es necesario. Ha respondido al incidente de ayer sin declarar la guerra a Siria. Las iniciativas políticas y diplomáticas van a continuar», asegura Ibrahim Kalin, el principal asesor de política exterior de la oficina del Primer Ministro, en su cuenta de Twitter.
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