contadores de visitas

sábado, 12 de enero de 2013

Rusia y China refuerzan sus Fuerzas Navales

12.01.2013, 12:22 



Foto: RIAN


El submarino atómico “Yuri Dolgoruki”, el primer buque del proyecto 955 Borei, se incorporó este jueves a la Flota Rusa del Norte. Actualmente, está siendo probado el “Alexandr Nevski” – el segundo sumergible de este proyecto, mientras que el tercero “Vladímir Monomaj” acaba de ser botado.


El cuarto - “Príncipe Vladímir”, se encuentra en fase de construcción. China también está reforzando el poderío de su Armada mediante la construcción de nuevos submarinos. Al tomar estas resoluciones, el mando político-militar de Rusia y de China tienen en cuenta la complicación de la situación en la región Asia-Pacífico.

Pese a que en los próximos años los submarinos rusos tendrán su base en el Norte, donde la flota rusa tiene una infraestructura más desarrollada y mayores posibilidades de reparación, en adelante los nuevos sumergibles prestarán servicios en la Flota del Pacífico.

Hasta 2020 Rusia tiene planeado construir tres submarinos del proyecto 955 y cinco del proyecto mejorado 955A. En paralelo, se está construyendo una serie de submarinos atómicos multipropósito del proyecto 885 Yasen: el primero de ellos – el “Severodvinsk”, está siendo sometido a pruebas. Hay un contrato que contempla la construcción de aún seis de estos submarinos, pero según un proyecto modernizado.

El cumplimiento de estos planes permitirá a Rusia mantener una flota relativamente poderosa de submarinos atómicos, incluso a pesar de la puesta fuera de servicio de los buques construidos en la época soviética. Este proceso se alargará por muchos años y lo más probable es que concluya fundamentalmente entre los años 2020-2025. Se hicieron algunas declaraciones sobre la posibilidad de seguir ampliando semejante tipo de programas, particularmente sobre la construcción de diez submarinos del proyecto 955.

Los proyectos de construcción de submarinos atómicos y portamisiles multipropósito figuran entre los proyectos técnico-militares rusos más costosos y con frecuencia son objeto de críticas. El valor de un submarino atómico del proyecto 955 supera los mil millones de dólares. El costo del programa de elaboración de los misiles Bulavá, que en la década de los 2000 afrontó numerosas dificultades técnicas, también se cifró en miles de millones de dólares.

Los críticos de los programas navales indican que la tarea de la disuasión nuclear puede resolverse con asignaciones muy inferiores, por medio del desarrollo de las tropas de misiles estratégicos. Estas fuerzas nucleares resultan más baratas, ya que no requieren la construcción de submarinos atómicos y ni la correspondiente infraestructura. Debido a la abrumadora superioridad de la Marina norteamericana con respecto a los misiles intercontinentales rusos emplazados en tierra firme, estos son aún menos vulnerables que los instalados en plataformas marítimas.

Sin embargo, los proyectos semejantes a la construcción de los submarinos Borei y Yasen, han sido calculados para una larga perspectiva y, por lo visto, el mando ruso considera que la situación político-militar en el mundo no puede ser pronosticada a largo plazo. Es evidente, que un intercambio de ataques nucleares con EEUU debe ser contemplado como uno de los guiones posibles, ante el cual las fuerzas nucleares rusas deben estar preparadas.

Un instrumento tan poderoso en poder de Rusia, como la flota de submarinos atómicos, le permitirá reaccionar con mayor flexibilidad a las posibles crisis futuras. Sabido es que Rusia emplazará, al menos, tres submarinos tipo Borei y una buena parte de submarinos Yasen en el océano Pacífico, lo cual será una reacción adecuada a la creciente tirantez militar en la región Asia-Pacífico.

La creciente tirantez junto a las fronteras marítimas de China apremia al gobierno de ese país a acelerar la construcción naval, retomando para ello la práctica de las comprar en el exterior. Los medios informan de que el año pasado Rusia y China han firmado un contrato marco, que prevé la adquisición por China de cuatro submarinos diesel-eléctricos del proyecto 1650 Amur. Los dos primeros serán suministrados por Rusia, mientras que los dos restantes serán montados en astilleros chinos con participación de los proveedores rusos. Durante el ensamblaje la parte correspondiente a los componentes chinos alcanzará el 30 %. Desde luego que la participación en la construcción de estos dos sumergibles dará a los constructores chinos un mayor acceso a las novísimas tecnologías de construcción de submarinos. Si la primera experiencia llega a ser positiva, no se puede excluir el desarrollo sucesivo del programa de fabricación conjunta de submarinos de este proyecto, con un incremento del componente chino.

mj/as
http://spanish.ruvr.ru/

No hay comentarios: