Según Sunday Times, los buzos israelíes llegaron en un submarino de clase Dolphin, armado con misiles nucleares, temiendo que les pudieran descubrir militares estadounidenses o británicos.
A principios de marzo, las autoridades sirias anunciaron el hallazgo de varias 'piedras espías' en una isla frente al puerto sirio de Tartus, donde se encuentra la única base naval rusa en el extranjero. Dichos dispositivos de espionaje fueron diseñados para tomar fotografías y registrar y transferir datos por satélite en tiempo real a Israel.
"Esta técnica se utiliza para rastrear los movimientos de la Armada de Rusia", afirmó el periódico dominical británico.
"Se cree que dichos dispositivos de espionaje escondidos dentro de piedras artificiales fueron colocados por los buzos de la XIII Flotilla, una unidad de élite de las Fuerzas Especiales de la Marina de Israel", agregó 'The Sunday Times'.
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