“Actualmente, aunque la crisis financiera sacudió las relaciones económicas entre Brasil y Rusia, lo que no permitió alcanzar los 10.000 millones de dólares del volumen de negocios este año, aunque no pudieron ser frenados, es probable que a este nivel sí puedan ser logrados en 2011", considera el subdirector del Instituto de América Latina de la Academia Rusa de Ciencias, doctor Boris Martínov, valorando en exclusiva para RT los resultados de la recién reunión sostenida entre Luiz Inácio Lula da Silva y Vladímir Putin en Moscú.
Brasil ya está cooperando con Rusia en la modernización de su cohete portador VLS-1, y está planteando una propuesta para crear una instalación de lanzamiento espacial en su Centro de Lanzamiento de Alcántara. Además está considerando unirse al Sistema Mundial de Rusia de Navegación por Satélite (GLONASS), según dicen los documentos firmados por el primer ministro ruso Vladímir Putin y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva en el transcurso de visita de éste último a Rusia.
Los documentos elaborados para la ocasión, revelan también la intención de ambos estados, de desarrollar conjuntamente un satélite de telecomunicaciones.
Además Brasil tiene ambiciosos planes de cooperación en sectores como la energía, la alta tecnología y el armamento, afirmó Putin al analizar los resultados de sus negociaciones con el mandatario brasileño.
"Tenemos un montón de planes, que yo considero impresionantes, en energía, alta tecnología, espacio y los sectores agrícolas", dijo.
Brasil está entre los principales proveedores de productos agrícolas al mercado ruso, añadío. En particular, los buques de Brasil transportarán anualmente productos de carne a Rusia por más de 2.000 millones de dólares, y el importe total de las importaciones de alimentos está valorado en 3.000 millones de dólares al año.
Lula dijo que su país estaría interesado en la compra de trigo y fertilizantes de Rusia. "Tenemos la oportunidad de comprar, por ejemplo, el trigo ruso, y queremos comprar algunos fertilizantes -exactamente- los que no tenemos y no producimos", dijo.
También Brasil está dispuesto a comprar productos "que ofrecen más oportunidades para el comercio industrial", desarollando el alto nivel de cooperación ente los dos estados.
Mientras tanto Rusia podrá suministrar al Ejército brasileño con vehículos blindados, Tigre, y, posteriormente organizar la producción de ellos en el país de América Latina, afirma el gobierno ruso en el comunicado oficial, añadiendo que las autoridades brasileñas han mostrado interés en el armamento ruso.
Desde octubre de 2008 la empresa estatal rusa de venta de armamento, Rosoboronexport, ya está suministrando los helicópteros de ataque a este país. En 2008 y 2009, Rusia se ofreció a proporcionar al país sudamericano con aviones no tripulados, aviones de entrenamiento Yakovlev Yak-130, y los sistemas de defensa aérea de alcance medio.
En cuanto al ámbito energético, la empresa rusa Gazprom, está en conversaciones sobre su participación en proyectos de desarrollo de los campos de Tupi y Júpiter en Brasil. "Actualmente las negociaciones sobre la posible participación de Gazprom, en la apertura en 2008 de los grandes yacimientos de Tupi y Júpiter se desarollan a buen ritmo", está declarado en los materiales institucionales.
El documento hace hincapié que las reservas de petróleo de Tupi suponen un volumen de más de 5-6 millones de barriles (0,7-1,1 millones de toneladas) de petróleo, en cuanto al gas condensado del campo de Júpiter estimado es cerca de 1 billón de metros cúbicos, según Petrobras.
El depósito de Tupi es el mayor campo petrolífero descubierto en la región de América Latina desde 1976. Alrededor del 80% de sus cuentas de depósito son de crudo y el 20% gas. En este caso la inversión total en este proyecto, se estima alrededor de 100 millones de dólares. Gazprom, Stroitransgaz y Petrobras están de acuerdo en la cooperación estratégica.
Pero hay dos puntos que son especialmente vulnerables para la parte rusa, asegura Boris Martínov. Estamos siendo testigos del crecimiento del comercio entre ambos países, pero la mayor parte de las exportaciones de Brasil son los productos agrícolas y especialmente cárnicos, sólo últimamente este país empieza a aumentar la oferta de productos tecnológicos, como la aeronáutica, por ejemplo. Mientras tanto el comercio ruso sigue basándose todavía en la materia prima y en fertilizantes. Esto conduce a una escasez del comercio; y no cumple ni con los requisitos del tiempo; ni con el potencial técnico y económico de nuestros países; ni con las estrategias de desarrollo que han elegido; tales como la modernización económica por medios de desarrollo de la alta tecnología y su uso práctico.
Aunque cabe señalar que los primeros pasos para reformar la cooperación económica ya se han dado. Por ejemplo, la recién tomada desición bilateral sobre el vuelo directo desde Rusia a Brasil. Sin duda, los nichos más prometedores en este camino son el espacio, medios masivos, alta tecnología, y la cooperación en el ámbito económico,dice el científico.
Como afirman muchos analistas, el siglo 21 será el siglo de la redistribución y la lucha por los territorios del uso común, como los océanos, las tierras polares y subpolares, el espacio y la atmósfera. Y si Brasil quiere mantener áreas como la Amazonía y el Océano Atlántico, donde se han encontrado grandes yacimientos de petróleo, y planea desarrollarlas con éxito, necesita la cooperación no sólo en el ámbito de la información (las nuevas guerras informáticas ya se han iniciado), sino también en las esferas militar y económica, considera Boris Martínov. Además, Rusia y Brasil tienen enfoques muy similares sobre muchas cuestiones. Brasil también evaluó la necesidad de proteger su soberanía, para esto fue iniciada la reforma de las fuerzas armadas. El tamaño de nuestros países, la cantidad de población, la posición geopolítica, el desarrollo histórico y muchos aspectos de la política exterior, determinan el éxito de nuestra cooperación, concluye el experto ruso.
RT
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