Al menos 102 personas han muerto y más de 300 han resultado heridas en una ola de atentados suicidas, con coche bomba y perpetrados por hombres armados con silenciadores en distintos puntos de Irak, incluidos mercados, una fábrica de coches y puestos de la Policía y el Ejército. En el incidente más violento, dos suicidas a bordo de coches bomba los hicieron estallar a la entrada de una fábrica de coches cuando los trabajadores terminaban su turno en la localidad de Hilla, 62 kilómetros al sur de Bagdad, según informó la oficina regional del Centro Nacional de Prensa. Al menos 50 personas han muerto y otras 155 resultaron heridas, según fuentes médicas y policiales. Una tercera explosión tuvo lugar cuando la Policía y los servicios de emergencia se encontraban en la zona, provocando más víctimas. Los familiares de las víctimas, muchos de ellos enfurecidos, irrumpieron en un hospital local para llevarse a los muertos y heridos, según un trabajador sanitario. "Esto parece una gran campaña por parte de los terroristas, no sólo en Hilla", denunció el gobernador de Babilonia, Salman al Zarqani. Los ataques, según él, son una reacción a los esfuerzos que están haciendo las facciones chiíes para intentar formar una coalición de gobierno tras las elecciones del pasado 7 de marzo. Previamente, un suicida provisto de un cinturón de explosivos y otro a bordo de un coche mataron a al menos veinte personas e hirieron a otras 73 en un mercado en Al Suwayra, 50 kilómetros al sureste de Bagdad, según Majid Askar, un responsable del consejo provincial de Wasit. Ataques a puestos de controlEntretanto, al amanecer, hombres armados con silenciadores mataron a al menos siete soldados y policías iraquíes en Bagdad durante ataques a seis puestos de control, mientras que bombas colocadas en otros tres hirieron a varios más, según informó una fuente del Ministerio del Interior. Los puestos de control fueron atacados todos aproximadamente a la misma hora, según la fuente. Otros puestos fueron disparados posteriormente por hombres armados a bordo de coches. "Este fue un mensaje para nosotros de que pueden atacarnos en diferentes partes de la ciudad al mismo tiempo porque tienen células en todas partes", afirmó la fuente.
ABC
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