Doce personas han muerto al estrellarse anoche un avión de transporte militar pesado An-22 a unos 370 kilómetros al sur de Moscú, según datos preliminares ofrecidos por las autoridades rusas.
El avión había despegado ayer desde un aeródromo de Voronezh y se dirigía a Tver, ciudad a unos 200 kilómetros al norte de la capital rusa, y desapareció de los radares alrededor de la 21.30 hora de Moscú (18.00 GMT), dijo un portavoz del ministerio de Defensa ruso, citado por la agencia Interfax.
Los restos del aparato fueron hallados esta madrugada junto a la aldea Krasni Oktiabr, a unos cien kilómetros al sur de la ciudad de Tula. Según la radio Eco de Moscú, a bordo del avión se encontraban sólo dos tripulaciones, la titular y una de reserva.
El An-22, de fabricación soviética, fue el avión de transporte militar más grande del mundo hasta la aparición del estadounidense C-5 Galaxy. Aún así, este modelo, producido entre 1965 y 1975 y del que se fabricaron 68 unidades, conserva la primacía como el avión turbohélice más grande del mundo.
El An-22, un cuatrimotor con una longitud de 57,8 metros, una envergadura de 64,4, una altura de 12, puede transportar hasta 45 toneladas de cargas con un autonomía de vuelo de cerca de 10.000 kilómetros.
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