Según la investigación, los repuestos eran vendidos a grupos al margen de la ley y a organizaciones de narcotraficantes.
La organización, de la que hacían parte cinco empleados civiles de la Fuerza Aérea y un pensionado, al parecer venía operando desde hacía seis años. “Valiéndose de la confianza y la administración de recursos solicitaban ante el almacén de esa unidad castrense repuestos nuevos para ser reemplazados por repuestos averiados o en mal estado y ser instalados en las aeronaves de combate”, señaló un portavoz de la Fiscalía. Y agregó que el desfalco podría llegar a los $100 millones.
Mientras los repuestos nuevos terminaban en manos de delincuentes, los deteriorados o en mal estado eran reparados y presentados como nuevos e instalados en las aeronaves, justificando así las solicitudes de adquisición ante el almacén. Los técnicos aeronáuticos detenidos fueron identificados como Ferney Ortiz, al parecer el jefe de la organización; José Luzardo Atarazona, Heriberto Góez Gamboa, Henry Ortiz, Llumer Zúñiga y el pensionado Diego Gil.
Según las autoridades, este golpe es muy importante, porque no sólo quedaron al descubierto las irregularidades, sino que podrían evitarse eventuales accidentes, ya que las aeronaves operaban con repuestos deteriorados.
Elespectador.com
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