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martes, 5 de abril de 2011

Gbagbo se refugia en un búnker en su residencia mientras sus tropas piden un alto el fuego

RTVE.es 05.04.2011 - 14:11hEl régimen del presidente saliente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, podría estar viviendo sus últimas horas después de que las tropas de su rival y presidente electo, Alassane Ouattara, le hayan rodeado en su residencia, donde se esconde en un búnker con "un puñado de fieles" y sus propias tropas hayan cesado los combates y pedido un alto el fuego a la ONU.
A estas circunstancias se une la deserción de su ministro de Exteriores, que se refugia en la embajada francesa, y las informaciones que vienen de París y que aseguran que Gbagbo está en proceso de negociar su salida.
"Gbagbo se encuentra atrincherado con un puñado de fieles en un búnker en su residencia de Abiyán", ha asegurado el portavoz de la misión de la ONU en Costa de Marfil (Onuci), Hamadaoun Touré.
En la misma línea, fuentes militares citadas por la BBChan asegurado que Gbagbo se encontraría en un sótano en su residencia, que está rodeada por las tropas de Ouattara.
Por su parte, el ministro de Exteriores de Gbagbo, Alcidé Djédjé, ha asegurado que el presidente saliente está rodeado en su casa, que está "a punto de ser atacada" por las tropas de su rival.
"Estoy en la residencia de Francia", ha asegurado Alcide Djédjé, que ha desertado sin concretar las razones.
Alto el fuego
Ante esta situación, las fuerzas leales a Gbagbo han anunciado que han "parado los combates" contra los soldados de su rival y han pedido "un alto el fuego" a los cascos azules desplegados en el país tras los bombardeos de este lunes.
Así lo ha adelantado el jefe del Estado Mayor, el general Philippe Mangou, que ha subrayado que "a la luz de los bombardeos de las fuerzas francesas de ciertas posiciones y puntos estratégicos en Abiyán nosotros mismos hemos parado los combates".
Por su parte, el primer ministro de Gbagbo, Gilbert Aké Nagbo, ha detallado que con esta medida se busca "proteger a la población, a los militares, haciendo que la Guardia republicana se ocupe de la seguridad de la Presidencia de la República, incluyendo al propio presidente y su familia y a miembros del Gobierno".
Francia, por su parte, ha desvelado a través de su ministro de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, que Gbagbo está negociando su salida y ha subrayado que si hay posibilidades de verle fuera del poder "estaremos preparados".
Combates en Plateau
Esta cadena de acontecimientos llegan tras la jornada del asalto definitivo a Gbagbo de las tropas fieles a Ouattara en el distrito de Plateau, en el que los sonidos de disparos de armas ligeras y pesadas se han oido durante todo la mañana.
Las explosiones y los disparos también se escuchan en el distrito de Cocody así como en Adjame, donde se encuentra una de las principales bases militares de Gbagbo.
"Hemos pasado toda la noche encerrados en casa, en el suelo con nuestras manos cubriéndonos las orejas para no escuchar el sonido de las explosiones", declaraba Jacques Djoble, residente de Cocody, a la agencia Reuters por teléfono.
Sin embargo, el portavoz del presidente saliente, Ahoua Don Mello, aseguraba queseguían controlando el palacio presidencial, la residencia de Gbagbo, la televisión estatal RTI y el campamento militar de Agban, aunque reconocía que el campamento de Akuedo ha sido completamente destruido.
El campo de Gbagbo ha vuelto a usar el fantasma del colonialismo francés al acusar al país galo de "atacar directamente a Costa de Marfil", aunque ha asegurado que "jamás ha cerrado la puerta al diálogo"
Una intervención en regla
El curso de la batalla en Abiyán cambió de manera decisiva tras la entrada en escena de las tropas de las Naciones Unidas y de Francia, antigua potencia colonial.
Fuentes del Elíseo han informado de que el presidente francés Sarkozy había ordenado la operación tras la petición de ayuda militar urgente hecha desde la ONU para intentar evitar que la población civil de Costa de Marfil siguiese siendo víctima de ataques con armamento pesado por parte de las fuerzas leales a Gbagbo.
Arranca la ofensiva de la ONU y Francia en Costa de MarfilEl subsecretario general de la ONU para las operaciones de paz, Alain LeRoy, ha defendido la intervención militar y ha asegurado que nadie en el Consejo de Seguridad ha cuestionado que se haya sobrepasado el mandato de la resolución 1.975. “Es importante que eso quede claro”, ha dicho.
El pasado 31 de marzo, El Consejo de Seguridad aprobó la resolución 1.975, que imponía nuevas sanciones a Gbagbo y le exigía el inmediato traspaso del poder al ganador de las elecciones. También subrayaba que la Onuci tiene autorización para recurrir a "todos los medio posibles" para proteger a la población civil de los ataques con armamento pesado.
La ONU ha exigido también a Ouattara que investigue la masacre en Duékué en el oeste del país, después de que equipos de la organización sobre el terreno informaran de la matanza de al menos 330 personas, asesinados en su mayoría por las fuerzas del presidente electo.
"Actos de guerra" y protección a los civiles
El consejero de Gbagbo en Europa, Toussaint Alain, ha condenado estos ataques y los ha calificado de "actos ilegales" y "actos de guerra". "La finalidad de esta acción es asesinar al presidente Gbagbo", ha insistido.
Sin embargo, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha explicado que se trata de ataques que tienen por fin proteger a los civiles de Costa de Marfil y no atacar al presidente saliente.
Mientras, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha mantenido una conversación con el mandatario de Gabón, Bongo Ondimba, en la que ha exigido que Gbagbo deje de reivindicar la presidencia, según ha informado la Casa Blanca.

También han mantenido una conversación telefónica el presidente electo de Costa de Marfíl, Alassane Ouattara y el presidente francés, Nicolás Sarkozy, aunque no ha transcendido ningún detalle de esta conversación

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