Tropas de Gadafi conducen acciones de combate en la parte central de la ciudad de Adjabiya, informaron hoy agencias.
“Las fuerzas de Gadafi ya están en la ciudad y luchan contra los rebeldes”, dijo uno de los rebeldes a la agencia Reuters, al agregar que la ciudad está envuelta en una bruma oscura de humo de bombardeos.
Ayer, sábado, las fuerzas de Gadafi abrieron un intenso fuego artillero contra Ajdabiya. Según la cadena Al Yazeera, todos los ciudadanos civiles ya abandonaron la ciudad.
La información sobre la reagrupación de las fuerzas de Gadafi y los preparativos de un ataque contra Adjabiya apareció a comienzos de abril. Ya entonces una parte de los habitantes abandonaron la ciudad y se trasladaron a Bengasi, baluarte de la oposición.
Los insurgentes declaran que no se puede abandonar Ajdabiya, porque es una ciudad estratégica próxima a Bengasi.
Mientras tanto, la OTAN denunció hoy que las fuerzas de Gadafi usan a los civiles como escudos humanos.
“Vimos como las fuerzas fieles al régimen despliegan el armamento pesado junto a ciudadanos civiles, viviendas e incluso lugares de culto. Hubo casos cuando las tropas se escondían detrás de mujeres y niños”, declaró el comandante de la operación de la Alianza en Libia, el teniente general canadiense Charles Bouchard.
Horas antes la Fuerza Aérea de la OTAN comunicó que entre el viernes y el sábado destruyó 17 tanques de Gadafi, de ellos 15 cerca de la ciudad de Misrata, donde las fuerzas gubernamentales están atacando a los rebeldes, y otros dos al sur de Marsa el Brega, en el este del país. Además, la Alianza interceptó un avión MiG-23 supuestamente tripulado por un rebelde.
A su vez, el Ejército de Gadafi anunció haber abatido dos helicópteros pesados de transporte, pertenecientes a los rebeldes, cerca de Marsa el Brega.
Al menos 30 insurgentes murieron en el ataque de las tropas gubernamentales contra la ciudad de Misrata el pasado sábado, según el portavoz de los rebeldes Abdelsalem, citado anoche por la prensa.
Desde mediados de febrero en Libia se desarrollan protestas, cuyos participantes exigen la renuncia de Gadafi, quien lleva en el poder más de 40 años. Las manifestaciones desembocaron en choques armados entre las fuerzas gubernamentales y los rebeldes.
El 17 de marzo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una resolución que autorizaba imponer una zona de exclusión aérea sobre Libia y preveía la posibilidad de una injerencia militar extranjera en ese país de África del Norte. El 19 de marzo comenzó una operación de las fuerzas de coalición en que participan, en particular, Gran Bretaña, Francia, EEUU, Canadá, Bélgica, Italia, España, Dinamarca y Noruega.
El 31 de marzo, la OTAN asumió el mando de esa operación. Su objetivo consiste en garantizar el embargo impuesto sobre el suministro de armas al régimen de Gadafi, la zona de exclusión aérea y la protección de la población civil.
Los aviones de la OTAN realizan decenas de vuelos de combate a diario para destruir blancos militares y material blindado del ejército de Gadafi. Pero las tropas leales a Gadafi conservan la capacidad combativa y siguen desplazando a los rebeldes.
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