Funcionarios oficiales estadounidenses han dejado ver su inquietud por el uso que podría hacer Irán del sofisticado drone (avión no tripulado) de la CIA interceptado cuando supuestamente llevaba a cabo labores de espionaje sobre el país.
Estados Unidos evaluó una incursión para recuperar su avión robot perdido en Irán pero desistió sin que se sepa claramente si el aparato está destruido o si los iraníes podrán aprender secretos tecnológicos.
Washington abandonó la idea de recuperar su avión no tripulado RQ-170 "Sentinel" a la vista del embrollo mayor que resultaría de un choque con las fuerzas de seguridad iraníes.
El aparato, de unos 23 a 27 metros de envergadura, cumplía una de las tantas misiones secretas de la CIA espiando a Irán desde territorio afgano.
Como siempre que se trata de misiones de la CIA, ni el Pentágono ni el Departamento de Estado ni la Casa Blanca han hecho comentarios que confirmen o refuten versión alguna.
El Gobierno de Irán ha indicado que capturó el avión en bastante buenas condiciones después de que fuera derribado ya sea por baterías antiaéreas o por intromisión de "hackers" militares iraníes en el cerebro cibernético del "Sentinel".
Los informantes estadounidenses sostienen que se desistió del intento de recuperación, o de la destrucción de los restos con un misil, porque de todos modos el RQ-170 se desbarató al estrellarse en una zona montañosa, donde un satélite ya lo descubrió a unos 225 kilómetros de la frontera afgana.
El experto en guerra robótica Peter Singer, del Instituto Brookings en Washington, dijo que esos aviones "cargan una variedad de sistemas que no serían de mucho beneficio para Irán, pero para sus aliados como China y Rusia podrían ser una mina de oro".
Y otro funcionario gubernamental, tampoco identificado, dijo que lo ocurrido "es malo, muy malo: los iraníes le echarán mano a la tecnología, y también la tendrán los chinos o los rusos", que ya han solicitado al gobierno iraní formalmente permisos para inspeccionarlo, que seguramente se los concederán a cambio de algún envío de armamento o intercambio de inteligencia.
Según estas versiones estadounidenses, Irán no cuenta con la tecnología para introducirse en el cerebro cibernético del "Sentinel", o para detectarlo en vuelo, por lo cual la caída del aparato se debió a problemas en su funcionamiento o en el control remoto.
Pero es la tecnología de los robots voladores "invisibles" la que más puede interesar a Irán y que, según algunos expertos, si los iraníes logran descifrarla, podrían pasar a otros enemigos actuales y adversarios potenciales de Estados Unidos.
La denominación "RQ" del "Sentinel" significa que no porta armamento y sus características más notables son el diseño, parecido a un murciélago, y la pintura exterior que, supuestamente, lo tornan invisible para los radares del adversario.
Otros expertos, reconociendo que pocos son los detalles que se conocen del equipo a bordo de los "Sentinel", creen que el robot cuenta con cámaras y sensores capaces de "ver" y "escuchar" en grados hasta ahora no soñados.
El "Sentinel" sobrevuela a kilómetros del suelo puede "escuchar" conversaciones en teléfonos celulares y puede "oler" las emanaciones químicas de laboratorios nucleares subterráneos.
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