contadores de visitas

domingo, 22 de abril de 2012

El nuevo coche volador que viene de Estados Unidos

ABC


La familia de «Los supersónicos» recorría el universo en una«autonave». «Chitty Chitty Bang Bang», un coche que volaba y flotaba, ayudó en todas sus aventuras a Dick Van Dyke en la homónima película. Los niños de entonces soñaban con poder conducir uno de esos fabulosos coches voladores algún día. Antes que ellos, varias generaciones habían compartido el mismo sueño, empezando por Glenn Curtiss. El pionero de la aviación, con permiso de los hermanos Wright, fue quien primero diseñó un modelo de coche volador: el «autoplano». Era 1917 y aunque el coche alado de Curtiss se despegaba del suelo, lo hacía solo durante unos segundos. Así que el suyo fue el primer coche «botador».

Hoy, casi un siglo después, gracias a una compañía estadounidense llamada Terrafugia el coche volador es una realidad. Esta compañía basada en Massachussets acaba de presentar Transition, un artefacto creado tanto para ser conducido por las carreteras de Estados Unidos, como para surcar sus cielos.

Transition es semejante en tamaño a un coche utilitario, pero con cola, alas desplegables y un sistema de emergencia para poder aterrizar con seguridad en caso de percance. Mide dos metros de alto, 6 de largo y 2,3 metros de ancho, que se convierten en 8 cuando expande sus alas, algo que requiere menos de un minuto. También funciona con gasolina y puede alcanzar una velocidad máxima de 185 kilómetros por hora en carretera y de 172 kilómetros por hora por el aire.
Lista de espera

«Estamos intentando hacer la aviación privada más práctica para los pilotos», explicó en una entrevista de 2009 Carl Dietrich, el brillante ingeniero aeronáutico y empresario detrás de Terrafugia. Dietrich, quien pilota desde los 17 años, defiende que la infraestructura de aeropuertos locales que existe en Estados Unidos, compuesta por más de 5.200 aeropuertos públicos, es uno de los recursos más desaprovechados del país.

Tras casi 6 años de trabajo, Transition tuvo su puesta de largo la semana pasada en la Feria Internacional del Automóvil de Nueva York, donde miles de curiosos se acercaron a ver con sus propios ojos el tan anticipado artilugio.

Allí más de uno se sumó a la lista de espera, engrosada actualmente por más de 100 personas, que han pagado un depósito inicial de 10.000 dólares para ser los primeros en hacerse con uno de estos peculiares híbridos, cuyo precio asciende a 279.000 dólares, cerca de 213.000 euros. Pero hay más requisitos, además del pecuniario, para manejar un Transition. Tener carné para conducir vehículos y una licencia de piloto deportivo son dos de ellas.
Legalidad

«Transition no está diseñado para sustituir tu coche, pero podría sustituir tu aeroplano», explican desde Terrafugia, donde planean entregar su primer Transition a finales de este año. Y es que aunque cumple los estándares federales para automóviles y los estándares de la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) para volar —entra en la categoría de avión deportivo ligero (LSA)—, a Transition aún le falta conseguir algunas licencias para poder ser plenamente legal.

«Creo que valdrá la pena la espera por el Transition», apunta Dietrich, para quien Transition no será solo un producto más en el mercado, sino ver un sueño hecho realidad.

No hay comentarios: