El Ejército británico ha desplazado un número de sus fuerzas a Jordania, donde las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE.UU. preparan el terreno para un ataque militar contra la vecina Siria, bajo el disfraz de la formación de las fuerzas jordanas.
El desplazamiento de soldados británicos a Jordania, junto a la presencia de un grupo de 150 planificadores militares estadounidenses, podría aumentar la posibilidad de una misión militar contra Siria, donde la crisis se convierte en una guerra de poder.
Jordania, por su parte, ha confirmado tanto la presencia militar de EE.UU. como la del Reino Unido en su territorio y ha alegado que están allí para ayudar a desarrollar técnicas de protección de civiles en caso de una posible guerra civil en Siria.
Mientras tanto, según miembros de las fuerzas foráneas instaladas en Jordania, el Servicio de Inteligencia Secreto (MI6) del Reino Unido y la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA) intentan de la mejor manera otorgar equipo de espionaje y armas a los terroristas en Siria.
Es de mencionar que los terroristas del autodenominado Ejército Libre Sirio (ELS) cuentan con formación militar otorgada por las Fuerzas Especiales británicas y francesas en una base en Turquía.
Al respecto un portavoz del ministerio de Defensa británico ha declarado que “Jordania ha sido un socio clave en la política regional de Gran Bretaña en Oriente Medio, que incluye esfuerzos para reducir la crisis en Siria".
Esta actividad “incluye el despliegue de personal militar del Reino Unido a Jordania de forma periódica”, agregó.
Desde mediados de marzo de 2011, Siria está sumida en sangrientos disturbios, en los que centenares de personas, entre ellas miembros de las fuerzas de seguridad han perdido la vida.
El Gobierno de Damasco acusa, con evidentes pruebas, a bandidos, saboteadores y terroristas de los grupos armados de ser autores de los disturbios, orquestados desde el exterior.
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