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domingo, 4 de noviembre de 2012

Los guardacostas españoles se armarán con misiles rusos

30 de octubre de 2012
Dmitri Litovkin, Rusia Hoy
La compañía Rosoboronexport, que tiene el monopolio ruso del mercado de armas, y la compañía de construcción naval Navantia, han firmado un acuerdo de integración de armamento ruso en los barcos patrulla españoles Avante. Este acuerdo se ha realizado en el marco de trabajo de la exhibición internacional de tecnología militar marina y armamento Euronaval 2012 en París. Según los expertos, el objetivo principal de esta alianza será la lucha por obtener un importante contrato para proporcionar armamento naval a Kazajistán.
La empresa pública Navantia firma un acuerdo con la compañía estatal rusa Rosoboronexport para contar con nuevo armamento en barcos patrulla. Fuente: AFP / EastNews


Los representantes de Rosoboronexport y Navantia han dado muy escasos comentarios acerca del acuerdo. Se ha declarado que el objetivo del mismo será el estudio de las posibilidades de equipar con armamento ruso las plataformas navales Avante creadas por Navantia para su posterior exportación a otros países.

“Podría tratarse de adaptar los buques españoles a los complejos modernos rusos de artillería, antiaéreos y de misiles”, asegura Ruslán Pújov, director del Centro de análisis estratégico y tecnológico.

Este experto afirma que España es uno de los primeros países miembro de la OTAN que ha emprendido una colaboración con Rusia en el delicado ámbito de las alianzas militares tecnológicas.

El primer proyecto conjunto en este terreno ha sido la creación de un sistema de defensa de aparatos voladores contra complejos de misiles antiaéreos portátiles, MANTA (MANpads Threat Avoidance), un sistema de láser único que puede con todo tipo de infrarrojos autodireccionados de misiles antiaéreos teledirigidos.

Según el contrato entre Rosoboronexport y la compañía española Indra, los rusos aportaban sus conocimientos y los españoles garantizaban la financiación y la certificación de productos fabricados según la normativa de la OTAN.

El año pasado, MANTA realizó con éxito varias pruebas en el centro de la Delegación central de armamento de Francia (DGA) en Biscarrosse, y recibió la recomendación para ser instalada como equipamiento de a bordo de los aviones y helicópteros de la OTAN. Según Ruslán Pújov, la alianza con Navantia es el paso consecutivo y valiente de Rosoboronexport en la lucha por el control de los nuevos mercados de comercialización de armamento y tecnología militar rusos.
La compañía rusa ha declarado este año que ha ganado casi 13.000 millones de dólares con la exportación de armas. Sin embargo, si Moscú quiere reforzar estas posiciones, deberá buscar constantemente nuevos mercados de comercialización de armamento y tecnología militar.

Esto se hace especialmente importante ahora que las relaciones con India y China, socios estratégicos tradicionales en el campo de la tecnología militar, se han enfriado, dado que estos tienen una orientación cada vez mayor hacia la compra de armas occidentales, y no rusas.

Contratos en América Latina

Otro nuevo respiradero para los exportadores rusos es América Latina, donde, gracias al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, Moscú ha podido instaurar un importante campo de operaciones para el desarrollo de su presencia en todo el continente. Sin embargo, tal y como señala Pújov, para esto no bastará la lealtad de Venezuela, pues el mercado lo ocupan desde hace tiempo las asentadas compañías españolas. Si no se lograra ganar a estas como competencia, sería totalmente factible asociarse con ellas.

El armamento marítimo supone un 15% de los suministros de Rosoboronexport. Por su parte, Navantia tiene una imponente cartera de pedidos para la construcción de buques de guerra de diversos tipos en la región.

Solo en Venezuela, la compañía ha vendido cuatro buques patrulla Povzee construidos en la plataforma Avante. Todos ellos tienen un desplazamiento total de 2.450 toneladas, una longitud de 98,94 metros y una anchura de 12,6 metros. El grupo motriz de cuatro motores diésel permite al buque alcanzar una velocidad de 24 nudos (unos 50 km/h) y recorrer 3 500 millas náuticas.

El buque contiene un hangar para helicópteros, y la corbeta está equipada con un cañón Oto Melara de 76 mm, un cañón Oerlikon “Millenium” de 30 mm, y dos ametralladoras de 12,7 mm. También está prevista la posibilidad de añadir otros tipos de armamento. Sobre todo, según la opinión de los expertos rusos, misiles antibuque de crucero rusos.

En este ámbito de armamento Moscú carece prácticamente de competencia en el mercado mundial. La mayor parte de los sistemas rusos tienen velocidades supersónicas y un complejo perfil de direccionamiento al objetivo, lo cual los hace medios casi imposible de interceptar para los buques de defensa antiaérea.

Un misil antibuque con mucho éxito

En los últimos salones militares náuticos, los armeros rusos han mostrado toda una gama de este tipo de sistemas, desde los que se instalan en la cubierta de buques de guerra, capaces de expulsar misiles mediante aparatos lanzatorpedos de submarinos, hasta rampas de lanzamiento ocultas en contenedores marítimos comunes.

La principal fuerza de choque de todos estos sistemas es el novedoso misil de crucero antibuque ruso 3M-54E. Tal y como anuncia la página web de la Federación de Científicos Estadounidenses (www.fas.org ), este misil de 8,22 m de longitud y una masa de despegue de 2300 kg (masa de la parte de combate 200 kg), tiene un diámetro de 533 mm, lo cual implica que su uso será desde aparatos lanzatorpedos estándar.

Su longitud de recorrido es de 220 km (en las versiones subsónicas, 300 km), es decir, el doble de la longitud que alcanzan los competidores más cercanos, el misil estadounidense Harpoon y el francés Exocet.

El 3M-54E, al lanzarse como un misil subsónico corriente, va dirigido por un sistema de navegación inercial, identifica un objetivo con el sistema “dispara y olvida” activo u óptico-electrónico, y a 60 km del objetivo, después de lanzar dos escalones subsónicos, enciende un tercer escalón supersónico con motor de combustible sólido, el cual en apenas unos segundos da al aparato una velocidad de 1000 m/s. Esta velocidad, junto con el vuelo bajo del misil (éste vuela a 2-3 metros sobre el nivel del mar), hace muy difícil su detección, y por lo tanto garantiza una alta probabilidad de alcanzar el objetivo.

Posible acuerdos con Kazajistán
El 3M-54E es uno de los bestsellers de la industria de guerra rusa. Se anuncia y se ofrece con frecuencia a clientes extranjeros.
Rosoboronexport propone la posibilidad de instalarlo en complejos de misiles de costa, en buques o en submarinos. 


Según Vadim Koziulin, catedrático de la Academia de Ciencias Militares, “la inclusión de estos misiles en el equipamiento de buques patrulla Povzee, no solo aumentará su potencial militar, sino que quizá incluso ayude a Moscú a reintroducirse en el mercado de armas de Kazajistán”.



Este país, gracias a las ganancias que le aporta la venta de petróleo, se está centrando cada vez más en la compra de armamento y tecnología militar a suministradores occidentales. Esta pasada primavera, en la exhibición internacional de propiedad militar y tecnológica KADEX-2012 en Astana, las Fuerzas de la Armada de Kazajistán y las compañías MBDA e Indra firmaron un protocolo para un posible equipamiento de los buques de la subdivisión de guardacostas de Kazajistán con misiles de crucero antibuque Exocet.



Para Moscú esta es una señal muy importante -opina Koziulin. “Pero hay un detalle a tener en cuenta: el Rey de España tiene muy buena relación con el presidente de Kazajistán y esto podría afectar a la decisión final de comprar a unos u otros”.



Por otra parte, la alianza entre Rosoboronexport y Navantia podrá, en un futuro cercano, ofrecer al mercado un producto muy competente y capaz de producir serios cambios en el potencial militar de cualquier país.

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