10 de abril de 2013 Serguéi Ptichkin, Rossíyskaya Gazeta
Rusia no solo ha demostrado que puede desarrollar y sacar al mercado en un plazo muy corto sistemas de armamento radicalmente nuevos. Los especialistas han abierto una tendencia prácticamente revolucionaria en el diseño de tecnología militar.
El sistema modular CLUB-K abre una nueva página en la creación de armas de defensa de nueva generación. Fuente: "Morinformsistema-Agat"
En opinión del director del consorcio que ha desarrollado el CLUB-K, Gueorgui Antsev, ha llegado la hora del armamento modular. Los sistemas bélicos estarán compuestos de bloques prefabricados especiales. Y Rusia en esta moda es algo así como la máxima autoridad.
La idea de colocar diferentes sistemas bélicos en módulos móviles especiales no es nueva. Sin embargo tan solo a los rusos se nos ha ocurrido utilizar para esto contenedores estándar de 6 y 12 metros.
Dentro de estos van ocultos misiles polivalentes del tipo J-35UE, 3M14, 3M54 así como sistemas de reconocimiento y control. Esta prevista la utilización de helicópteros no tripulados con este tipo de estructuras. En los contenedores se pueden meter de forma fácil y rápida sistemas de misiles de defensa de cualquier potencia para después trasladarlos, de forma oculta, a la zona de posibles operaciones militares.
Cualquier portacontenedores con sistemas Club-K se convierte en un portamisiles con una terrible potencia de fuego. Y cualquier tren camión con este tipo de contenedores se convierte en una potente unidad de misiles capaz de aparecer allí donde el enemigo menos se lo espera.
La peculiaridad técnica no solo está en la gran movilidad sino en la sencillez del mantenimiento y en que se utiliza una sola vez. Desaparece la necesidad de medios de transporte especiales y caros, de maquinaría de transporte y carga y de todos los otros medios que precisan los sistemas de misiles clásicos.
Este tipo de armamento balístico será asequible para cualquier estado. No es casualidad que el interés por el CLUB-K haya crecido en el mercado mundial. Por cierto que cuando aparecieron estos sistemas como maquetas en las exposiciones internacionales hubo alguno que otro en Occidente que llegó a asustarse. Sobre todo cuando uno de los significados de la palabra inglesa “club” es “garrote”.
Sin embargo, según afirma Antsev, estos temores son en vano ya que en este caso no estamos hablando de un arma de ataque, sino de defensa. Los contenedores CLUB-K impedirán que la flota enemiga se acerque a la costa o recibir un ataque por tierra. Cualquier objetivo a una distancia de más de 300 kilómetros quedará destruido bien con un misil de precisión o con su uso conjunto. Además, será tremendamente difícil para el enemigo identificar las unidades de lanzamiento.
Estos sistemas se mostraron para su exportación por primera vez en el salón de LIMA-2009 en Malasia. Y si hace cuatro años se podían ver en carteles y maquetas, hoy en la inauguración del salón LIMA-2013 se mostrará a los potenciales compradores el sistema prácticamente terminado.
El año pasado se realizaron las pruebas que confirmaron que es posible colocar misiles en contenedores y dispararlos. Los dispositivos usados fueron los J-35. La particularidad de estos misiles es que vuelan a una altura máxima de 15 metros y de 4 metros en su trayectoria final. Es prácticamente imposible detectarlos. Un misil de este tipo garantiza la destrucción de un barco de guerra con un desplazamiento de 5.000 toneladas.
A día de hoy el sistema de misiles está desarrollado en su totalidad. Además debido a la necesidad de configurar el sistema así como su equipo balístico hay un amplio margen de variaciones.
Artículo publicado originalmente en Rossíyskaya Gazeta.
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