EURODINÁMICA
Helicópteros menos ruidosos
A pesar de que son muy útiles, lo que más caracteriza a los helicópteros es el ruido que producen. Ingenieros alemanes buscan reducir la contaminación acústica que generan sus rotores y motores.
En la aviación civil los helicópteros pueden salvar vidas sirviendo como aeronaves de rescate o ambulancias, en caso de accidentes y catástrofes naturales. En las megaciudades también son usados como taxis aéreos o para vigilar el tráfico y perseguir a delincuentes.
Pero a pesar de su gran utilidad, el ruido es un gran problema, afectando tanto a la población que sobrevuelan como a las tripulaciones. El mayor ruido es generado por los rotores que revuelven el aire, que resuena. Pero también los motores de los helicópteros hacen ruido. Lo que los ha puesto en la mira.
Temperaturas de 1.200 grados Celsius
Helicópteros menos ruidosos
Con el apoyo de la Unión Europea, científicos del Centro alemán de Investigación Aeronáutica y Espacial (DLR) quieren desarrollar motores para helicópteros más silenciosos, pero primero deben saber qué y por qué los motores de los helicópteros producen tantos y tan variados sonidos, como lo explica el ingeniero del DLR en Berlín, Karsten Knobloch:
“En el motor de un helicóptero hay varias fuentes de ruido, como los compresores, que rotan rápidamente y generan sonidos especiales. Otra fuente de ruido es la cámara de combustión, que resuena durante la emisión de calor y extiende ese ruido a través de los motores hacia atrás. Un ruido perceptible por todos.”
Peor aún. El ruido provocado por la cámara de combustión se suma a los sonidos de los compresores y el escape y se mezclan en un solo ruido infernal. Hasta ahora, no había sido posible identificar las diversas fuentes del ruido, porque es difícil recurrir a micrófonos.
En el interior de un motor de un helicóptero las temperaturas pueden alcanzar los 1.200 grados Celsius y la presión puede ser 12 veces mayor que la presión atmosférica normal. Condiciones éstas en las que un micrófono convencional se derretiría en segundos. Karsten Knobloch:
“Además, los micrófonos tienen que contar con la capacidad para grabar toda la amplia gama de sonidos que surgen en un motor: Para ello, hemos dotado los micrófonos con microsensores.”
¿Oído artificial?
Los expertos en acústica del DLR desarrollaron por ello aparatos especiales para medir los distintos tipos de ruido en un motor de helicóptero; se trata de “microsondas de gas caliente”. El profesor Lars Enghardt, del DLR, explica cómo funciona esta especie de oído artificial:
“Las microsondas de gas caliente son una especie de estetoscopio, como el usado por los médicos. Solo que los sonidos generados en el interior de un motor son canalizados hacia un oído artificial que, en este caso, es el micrófono que se encuentra fuera del alcance de las altas temperaturas y gases agresivos, producto de la combustión.”
La investigación del ruido y sus fuentes es considerada un gran avance en el desarrollo de nuevos motores menos contaminantes del ambiente. Lars Enghardt:
“Por último, tras una compleja evaluación de la medición de sonidos, podremos decidir cuáles partes de un motor habría que remodelar, quitar o dejar.”
Pero para que el helicóptero silencioso del futuro pueda volar, falta mucho. El próximo paso de los ingenieros aeronáuticos de Berlín será el desarrollo de nuevas técnicas de amortiguamiento del ruido.
Autor: Thomas Gith / José Ospina-Valencia
Editor: Pablo Kummetz
DW.DE
No hay comentarios:
Publicar un comentario