27/oct/10 17:32
Ignacio Ortega, Moscú, EFE
Rusia ha pedido a la OTAN garantías militares en forma de acuerdo vinculante que limite la presencia de tropas y armamento pesado en el territorio de los nuevos países miembros de la Alianza.
Este asunto será tratado el 5 de noviembre durante la visita a Moscú del secretario general aliado, Anders Fogh Rasmussen, según informó hoy el diario ruso "Kommersant", que cita fuentes diplomáticas rusas.
Rusia quiere aprovechar esta visita para tratar con Rasmussen la definición jurídica del concepto "considerables fuerzas militares" (CFM) con el fin de evitar la progresiva expansión militar hacia las fronteras rusas.
"Puesto que la que se expande no es Rusia, sino la OTAN, nos han surgido dudas sobre los potenciales militares. Aunque al respecto hay compromisos políticos, no son lo mismo que obligaciones jurídicas", añadió la fuente diplomática.
Ambas partes dejaron de considerarse enemigos como en la Guerra Fría (1945-91) en la declaración política emitida en Roma en 2002, pero Moscú quiere un acuerdo que sea jurídicamente vinculante.
Moscú quiere que ese punto (limitación de tropas y armamento) conste en el proyecto de nuevo acuerdo que ambas partes quieren firmar para abrir una nueva página en sus relaciones, que estuvieron congeladas durante más de un año debido a la guerra ruso-georgiana por el control de Osetia del Sur de agosto de 2008.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ya entregó la propuesta rusa a los dirigentes de la Alianza con vistas a la histórica cumbre OTAN-Rusia, que se celebrará el 20 de noviembre próximo en Lisboa.
"En nuestro proyecto está escrito que el despliegue permanente en los territorios de los nuevos países miembros de la Alianza de fuerzas de mayor nivel que una brigada no se corresponderá con el nuevo carácter de las relaciones entre Rusia y la OTAN", señaló una fuente de la Cancillería rusa a "Kommersant".
Cuando los rusos hablan de nuevos países miembros se refieren a los países que ingresaron en la Alianza tras la caída de la Unión Soviética en 1991, es decir, los antiguos miembros del Pacto de Varsovia (Polonia, Rumanía, Bulgaria, República Checa y Eslovaquia) y las tres repúblicas bálticas: Estonia, Letonia y Lituania.
Moscú aseguró que no se opone a la presencia de tropas y equipos, sino que sólo quiere limitar su número, de forma que esas fuerzas sean incapaces de lanzar una ofensiva contra su territorio.
Según la definición de CFM del embajador ruso ante la OTAN, Dmitri Rogozin, los nuevos países aliados no podrían acoger más de 41 tanques o 188 blindados o 90 piezas de artillería de 100 milímetros calibre o más, o 24 aviones de guerra o 24 helicópteros de asalto.
CFM se considerarían también el despliegue provisional de tropas si supera los 42 días.
"Nuestra propuesta de acuerdo busca garantizar el máximo nivel de confianza militar entre las partes en las actuales condiciones de transformación de la OTAN y reforma militar en Rusia", apuntó.
Fuentes aliadas confirmaron haber recibido la propuesta rusa, pero expresaron sus dudas sobre la posibilidad de acuñar la noción "considerables fuerzas militares".
"¿Es una brigada o una división? Nosotros consideramos que varios cientos o incluso miles de soldados no son CFM", apuntó la fuente, que defendió el derecho de los países aliados a la autodefensa.
Por ejemplo, Estados Unidos no considera que emplazar varios miles de soldados en Bulgaria y Rumanía pueda ser considerado CFM, pero Rusia sí.
El viceministro de Exteriores, Serguéi Riabkov, aseguró que Moscú busca "garantías militares" por parte de la OTAN, ya que el equilibrio de fuerzas en el flanco occidental de Rusia cambió radicalmente con el ingreso de diez nuevos países en el bloque militar aliado en 1999, 2004 y 2009 (Croacia y Albania).
Moscú considera un sinsentido decir que Rusia no representa una amenaza para la Alianza, al tiempo que se instalan bases militares y se despliegan misiles en países con los que comparte frontera.
Lo que no está claro es que países como las repúblicas bálticas acepten la propuesta rusa, ya que precisamente desde la guerra en Osetia del Sur han incrementado sus llamamientos para que la Alianza aumente su presencia militar en la zona.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, quien ha propuesto una nueva arquitectura de seguridad europea que acabe con la expansión de los bloques militares, ha confirmado que encabezará la delegación rusa en Lisboa.
Rasmussen abrió una nueva etapa en las relaciones con el Kremlin durante su visita a Moscú en diciembre de 2009 y ha invitado a Rusia a participar en el diseño y despliegue de un escudo antimisiles, otro de los asuntos que se tratarán en la capital lusa.
La nueva doctrina militar acuñada por el Kremlin en febrero de este año menciona la expansión de la OTAN hacia la fronteras rusas como uno de los principales peligros militares exteriores para este país.
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