MOSCU (Reuters) - El jefe de las operaciones de espionaje encubiertas de Rusia en Estados Unidos traicionó a la red y desertó, informó el jueves un diario ruso, lo que podría implicar uno de los golpes de inteligencia más grandes dados por Occidente desde el fin de la Guerra Fría.
El diario, Kommersant, identificó al hombre como Coronel Shcherbakov y lo definió como el responsable de desenmascarar una red de espionaje rusa en Estados Unidos en junio, cuyos arrestos humillaron a Moscú y afectaron un "reinicio" en las relaciones con Washington.
La traición convertiría a Shcherbakov en uno de los más prominentes desertores desde la caída de la Unión Soviética y podría tener consecuencias para el orgulloso Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) y para su jefe, el ex primer ministro Mikhail Fradkov.
Kommersant dijo que Shcherbakov, cuyo primer nombre no fue revelado, había sido responsable de "espionaje ilegal" en Estados Unidos, término usado para espías que operan encubiertos sin inmunidad diplomática.
Confirmando que el reporte del diario era correcto, Gennady Gudkov, vicepresidente del comité de seguridad del Parlamento ruso, sostuvo que había sido una gran falla de la inteligencia rusa y un éxito para Estados Unidos.
"Es un fuerte golpe para la imagen de los servicios de inteligencia rusos", declaró a Reuters.
Un portavoz de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en Washington declinó realizar comentarios.
El diario agregó que Shcherbakov había dejado Rusia días antes de que las autoridades estadounidenses anunciaran los arrestos en la red de espionaje el 28 de junio y citó a un funcionario del Kremlin diciendo que un escuadrón ruso probablemente ya estaba planeando asesinarlo.
"Ahora sabemos quién es y dónde está", señaló la fuente anónima citada. "No tengan dudas de que se ha enviado un Mercader para perseguirlo", añadió.
Ramon Mercader fue el agente ruso que asesinó al exiliado bolchevique Leon Trotsky con un picahielos en México en 1940.
INTERCAMBIO DE ESPIAS
Los 10 espías arrestados en Estados Unidos se declararon culpables y fueron deportados a Rusia en un acuerdo de intercambio menos de dos semanas después.
El primer ministro Vladimir Putin, él mismo un ex espía de la KGB, los saludó como héroes y declaró que el informante quedaría a merced de sus semejantes.
"Los servicios especiales viven bajo sus propias leyes y todos saben cuáles son esas leyes", dijo poco después del intercambio.
Pese a la dura retórica de Moscú, la revelación podría perjudicar la reputación del SVR.
El ex oficial de inteligencia estadounidense Mark Stout afirmó que "reclutar a un oficial ruso que en realidad estaba a cargo de las llamadas 'operaciones ilegales' en Estados Unidos es casi el máximo éxito de contraespionaje que pueden lograr" los servicios del país norteamericano.
El portavoz de los Servicios de Inteligencia Extranjeros, Sergei Ivanov, declinó realizar comentarios sobre el reporte.
(Reporte adicional de William Maclean en Londres; escrito por Thomas Grove y Guy Faulconbridge; Editado en español por Juana Casas)
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