La prohibición de venta y transferencia de armamento y tecnología militar norteamericana al gobierno de Venezuela, impuesta por Estados Unidos a partir de octubre de 2006, se ha acentuado con la incorporación de otros países a la medida.
Mediante resolución del ministro del Poder Popular para la Defensa, publicada en Gaceta Oficial, se rescindió un contrato con la firma Elisra Electronic Systems LTD., referente a la venta de dos sistemas de Guerra Electrónica NS-9003-A-V2 (ESM) y NS-9005-A-V2 (ECM), para ser instalados en las fragatas “General Rafael Urdaneta” (F-23) y “General Soublette” (F-24), por un monto de 11,3 millones de dólares. La empresa alegó como causa del incumplimiento, “las restricciones y limitaciones impuestas por el Departamento de Control de Exportaciones de Defensa del Ministerio de la Defensa del Estado de Israel”.
Destaca, asimismo, la acusación interpuesta por el estado norteamericano, el pasado 12 de octubre, en contra de Floyd D. Stilwell, presidente de la firma estadounidense Marsh Aviation Company, por la presunta evasión del “Arms Export Control Act” (Acta de Control de Exportación de Armamento), al reparar, sin autorización federal, cuatro motores T-76 pertenecientes a aviones OV-10 “Bronco” de la Fuerza Aérea Venezolana (FAV).
Por otra parte, el presidente Chávez reiteró el pasado domingo, el interés en la compra de aviones ucranianos de transporte Antonov An-74, para reemplazar a los C-130H “Hercules” de la FAV, ante la imposibilidad de obtener los repuestos en Estados Unidos que se requieren para mantenerlos operativos.
Igualmente, ha trascendido que varios aviones de combate F-16 se encuentran paralizados en tierra debido, entre otras causas, a que los cartuchos de las sillas de eyección se encuentran vencidos, sin que exista posibilidad de adquirirlos en el mercado estadounidense. La desactualización de ese componente, pone en peligro la seguridad de los pilotos.
Fuente: Notitarde - Carlos E. Hernández
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