La delegación georgiana celebró la terminación de la Cumbre de la OTAN en Lisboa con tanto entusiasmo que invitó a su velada a 80 prostitutas, dándoles pasar por sus esposas y miembros de la delegación.
Las damas, encargadas en una agencia, tenían que 'adornar' con su presencia la velada organizada con motivo de la terminación exitosa del trabajo en la cumbre, en la que por primera vez figura en un artículo separado la cuestión del ingreso del país en la Alianza Transatlántica.
Según la publicación popular portuguesa Correio da Manhã, los problemas empezaron cuando el presidente francés Nicolas Sarkozy, que se alojaba en el mismo hotel, se quejó del ruido de la velada. Por las exigencias de la delegación francesa, la administración del hotel Tiara llamó a la policía que registró las infracciones del orden público y exigió que se acabara la fiesta inmediatamente.
Los guardias del prestigioso hotel, donde suelen alojarse líderes de países y otros altos funcionarios, reconocieron en una de las 'diplomáticas' de la fiesta a una prostituta local. A las damas les pidieron que abandonaran el hotel.
El presidente georgiano, Mijail Saakashvili, también participó en la Cumbre de la OTAN, sin embargo se desconoce si se alojó en el mismo hotel.
El Ministerio de Exteriores georgiano se ha negado a hacer comentarios de la situación, señalando que no tiene ninguna información sobre el caso. Mientras tanto, el viceprimer ministro de Georgia, Leván Vepjvadze, que representa a la oposición, considera que el escándalo debe ser investigado detalladamente, ya que "se trata de la reputación de todo el país".
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