NUEVA YORK, 16 diciembre 2010 (Reuters).-
Los sobrevivientes de la bomba atómica de Nagasaki durante la Segunda Guerra Mundial siguen enfermando por la radiación que recibieron hace 40 años, revela un estudio efectuado en Japón.
Test realizados a los sobrevivientes entre 1985 y el 2004 revelaron que quienes habían recibido altos niveles de radiación eran ocho veces más propensos que el resto a desarrollar una rara enfermedad de la sangre.
"Esto suma pruebas al hecho de que la radiación, aún a bajas dosis, es peligrosa, y que las enfermedades que produce no son sólo tumorales", dijo David J. Brenner, director del Centro de Investigación Radiológica de la Columbia University, quien no participó del estudio.
El equipo japonés se concentró en los llamados síndromes mielodisplásticos (SMD), en los que daño celular en la médula ósea impide el desarrollo normal de las células sanguíneas.
Aun con una docena de casos de SMD por cada 100.000 sobrevivientes al año, Brenner opinó que ocho veces más riesgo no impone un aumento demasiado grande. "Es un riesgo relativo bastante pequeño de desarrollar los cánceres comunes", dijo.
De todos modos, los resultados se suman a un debate en curso sobre las fuentes modernas de radiación, como la tomografía computarizada (TC).
Uno de cada tres estadounidenses desarrolla algún tipo de cáncer en su vida, y los científicos estudian si el crecimiento del uso de TC por distintos motivos podría elevar aún más la incidencia de los tumores.
Aunque las nuevas máquinas de TC redujeron significativamente la cantidad de radiación que recibe un paciente, es suficiente una serie promedio de tomografías como para exponer a los pacientes a la misma dosis de radiación que recibieron los sobrevivientes de Nagasaki que vivían a unos cuantos kilómetros del sitio donde explotó la bomba.
Un estudio realizado por el Instituto Nacional del Cáncer en Estados Unidos en el 2009 reveló que se necesitan 1.000 tomografías para causar un cáncer en una persona de 50 años. De modo que los expertos coinciden en que, bajo ciertas circunstancias, los beneficios superan los riesgos.
El nuevo estudio incluyó a más de 86.000 sobrevivientes de la bomba de Nagasaki; 198 desarrollaron SMD entre 1985 y el 2004. Pero el equipo no pudo identificar los casos previos.
El riesgo de enfermedad creció entre un 70 y un 88 por ciento por cada kilómetro de proximidad al sitio de la explosión.
Entre los sobrevivientes que más radiación habían recibido (más de 1 Gy, que equivale a unos cientos de tomografías), 81 por cada 100.000 al año tenían SMD. En el grupo de los que habían estado expuestos al equivalente a una tomografía, el equipo registró 11 casos de SMD por cada 100.000, lo que está dentro del rango para la población general.
La doctora Rebecca Smith-Bindman, de la University of California en San Francisco, dijo que las personas con SMD tienen alto riesgo de desarrollar leucemia y agregó que el nuevo estudio es el primero en demostrar que la radiación podría causar SMD décadas más tarde.
"El estudio revela otra consecuencia de la radiación y debería hacernos aumentar los esfuerzos para reducir todo lo que sea posible la exposición a la radiación", dijo Smith-Bindman a Reuters Health.
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