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sábado, 14 de enero de 2012

El submarino nuclear ‘Yuri Dolgoruki’, listo para entrar en servicio


El submarino nuclear estratégico ‘Yuri Dolgoruki’, que debe incorporarse próximamente a los arsenales del Ejército ruso, podrá sustituir temporalmente al submarino ‘Ekaterimburgo’, afectado por un incendio durante trabajos de reparación en diciembre pasado.

Así lo afirman los expertos, aunque los principales problemas de las Fuerzas Nucleares Estratégicas de Rusia quedarán pendientes. El ‘Yuri Dolgoruki’ es el buque insignia del proyecto 955 Borei con misiles Bulavá que está listo para entrar en servicio operacional. 

El ‘Alexander Nevski’ continúa la serie de buques clase Borei que inició pruebas marítimas en otoño de 2011. El tercer portamisiles del proyecto, ‘Vladímir Monomaj’, está en los astilleros. Además, continúan los trabajos de desarrollo del cuarto submarino de clase Borei ‘San Nicolás’ que no ha sido fletado todavía.

A partir del cuarto buque, los astilleros construirán la versión modernizada de estos navíos, el proyecto llamado 995U. Según la información disponible, los primeros submarinos de esta versión modernizada portarán 20 misiles en lugar de 16. Se prevé poner en servicio 8 submarinos portamisiles estratégicos del proyecto 955 Borei, que portarán en total 128 o 148 misiles balísticos Bulavá.

Estos buques están destinados a reemplazar los sumergibles clase 667BDR y 667BDRM construidos en la época soviética, que hoy en día constituyen el núcleo del componente marítimo de la tríada nuclear de Rusia.

A finales de 2011, las Fuerzas Navales Nucleares de Rusia recibieron una sorpresa desagradable. El 29 de diciembre, el submarino nuclear ‘Ekaterimburgo’ se incendió en un dique flotante situado en la región de Múrmansk, en el extremo noroeste de Rusia. Según el viceprimer ministro ruso, Dmitri Rogozin, que coordina el desarrollo de la industria de Defensa, se planea iniciar la reparación del submarino en junio de 2012. El buque entrará en servicio en los plazos convenidos.

Pero a pesar de la próxima incorporación a la Armada rusa del portamisiles Yuri Dolgoruki, que debe compensar la avería del submarino ‘Ekaterimburgo’, el proceso de modernización de las Fuerzas Nucleares Estratégicas de Rusia deja mucho que desear. Resulta que unas ojivas de misiles capaces de alcanzar el territorio de EEUU se retiran del servicio antes de que se incorporen otras nuevas a los arsenales de las Fuerzas Armadas de Rusia. Esta situación ha obligado a intensificar la modernización de las Tropas de Misiles Estratégicos y de las Fuerzas Navales Nucleares de Rusia, cuyos resultados ya se pueden observar.

Se ha desarrollado y puesto en servicio el misil balístico intercontinental ‘R30 3M30 Bulavá’ (‘RSM-56’, en tratados internacionales y ‘SS-NX-30’, según clasificación de la OTAN). Se han creado los misiles ‘Yars’ dotados de ojivas de reentrada múltiple y de guiado individual destinados a reemplazar a los misiles monobloque ‘Topol-M’.

Recientemente salió a la luz pública la noticia de que Rusia continúa desarrollando nuevos sistemas de misiles estratégicos, incluidos los de combustible líquido y de emplazamiento en silos subterráneos.

Hoy por hoy, un 80% de las ojivas nucleares del ámbito terrestre están instaladas en los vectores obsoletos estacionados en silos que se planea retirar del servicio activo hacia 2017 o 2021. Pero los ritmos de incorporación a los arsenales de misiles de nueva generación son más lentos. Es posible que hacia las finales de esta década nuevos misiles de combustible líquido solo empiecen a entrar en servicio operacional. Según varios expertos rusos, llegado el momento Rusia puede no solo limitar su arsenal de armas estratégicas ofensivas a 1.550 ojivas nucleares estipuladas por el nuevo tratado START, suscrito por EEUU y Rusia en 2010 en Praga, sino reducirlo hasta un número entre 1.100 y 1.300 ojivas para alcanzar después el nivel acordado tras una renovación masiva del armamento estratégico.

“Rusia deberá intensificar la producción de nuevos misiles para participar en el desarme nuclear”, bromeó un experto militar ruso, Vladímir Dvorkin, en un foro internacional celebrado el año pasado. Los misiles estratégicos Topol-M, Yars y Bulavá se fabrican en la planta de Votkinsk (República de Udmurtia, en el seno de la Federación Rusa) que asimismo es productora de misiles tácticos Iskander para las tropas terrestres.

Ahora se baraja la posibilidad de incrementar la producción de misiles estratégicos o al menos separar la fabricación de los misiles para el Ejército de Tierra y para las Fuerzas Nucleares Estratégicas. Pero todo esto llevará mucho tiempo, aún en caso de que empiece a realizarse de inmediato. Así las cosas, será difícil incrementar la producción de los misiles estratégicos de combustible sólido en breve.

En estas condiciones, los submarinos clase 667BDRM equipados con los misiles Sinevá serán un elemento importante en el mantenimiento del equilibrio estratégico de fuerzas y servirán de apoyo a las Fuerzas Nucleares Estratégicas antes de que esta arma concluya su modernización. Por eso el incendio en el submarino nuclear ‘Ekaterimburgo’ provocó una reacción tan emocional. Rusia ha perdido inesperadamente un 16% de las ojivas instaladas en los vectores con base en el mar.

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