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miércoles, 24 de noviembre de 2010

Lee y Obama instan a China a ayudar a contrarrestar provocación norcoreana


Seúl, 24 de noviembre (Yonhap)
 -- El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, y su homólogo estadounidense, Barack Obama, incrementaron este miércoles la presión sobre China para cooperar en hacer frente al último ataque militar de Corea del Norte contra el Sur.

Obama dijo a Lee que China debe adoptar una postura firme contra Corea del Norte, en sus diálogos telefónicos de media hora, que se produjeron un día después de que el país comunista disparara alrededor de 170 proyectiles de artillería hacia la isla fronteriza surcoreana y las aguas circundantes en el mar Amarillo, según la oficina de Lee, Cheong Wa Dae. El ataque no provocado dejó un saldo de dos soldados muertos y otros quince heridos. Dos civiles también resultaron muertos y otros tres heridos.

"Los líderes de las dos naciones acordaron que el ataque indiscriminado contra el territorio de la República de Corea (Corea del Sur) y sus ciudadanos fue una provocación premeditada", dijo la portavoz de Cheong Wa Dae, Kim Hee-jung, a los reporteros.

"China debe cooperar (con nosotros) en las relaciones con Corea del Norte", dijo Obama textualmente.

En respuesta, el mandatario surcoreano subrayó que el ataque de artillería del Norte fue diferente de sus provocaciones anteriores, en el sentido de que se dirigió a los civiles y se produjo justo después de las revelaciones de su nueva instalación de enriquecimiento de uranio en Yongbyon, dijo la portavoz.

Lee dijo que por eso Seúl espera que Pekín apoye su respuesta de ataque, añadió.

China, el aliado comunista más cercano de Corea del Norte y su mayor benefactor, ha estado con frecuencia bajo la crítica de la comunidad internacional por patrocinar al Norte, bajo el pretexto de prevenir la inestabilidad regional.


Seúl anuncia cese de ayuda a Corea del Norte, acumulación de potencial armamentístico y ejercicios militares

Corea del Sur detuvo este miércoles la ayuda a Corea del Norte, se comprometió a reforzar su potencial armamentístico y prometió duras represalias contra futuras provocaciones, mientras el presidente estadounidense Barack Obama instó a China a ejercer presión sobre Pyongyang por el atentado mortal del régimen norcoreano sobre una isla surcoreana.
 
La ira se profundizó en Corea del Sur por el bombardeo indiscriminado de Corea del Norte sobre la isla Yeonpyeong, cerca de la frontera marítima con la nación comunista, después de que dos civiles fueron encontrados muertos ayer por la tarde.


Las últimas víctimas elevaron a cuatro el número de muertos en el ataque del martes, entre ellos dos infantes de marina.


Obama habló por teléfono con el presidente surcoreano Lee Myung-bak, reafirmando el compromiso de seguridad de Washington con Seúl. Los dos líderes, condenaron el ataque como una provocación premeditada, dijo oficina de Lee.


En concreto, Obama pidió la cooperación de China en el control de Corea del Norte, dijo la oficina de Lee.


Pekín se considera que tiene la mayor influencia sobre Corea del Norte, ya que es el principal proveedor de ayuda alimentaria y energética, así como apoyo diplomático. Sin embargo, China se ha mostrado renuente a ejercer influencia por la preocupación de que la inestabilidad en la nación vecina pueda perjudicar el crecimiento económico chino.


"Estados Unidos está hombro con hombro con nuestro amigo cercano y aliado" Corea del Sur, dijo Obama a Lee, según un comunicado de la Casa Blanca. EE.UU. "trabajará con la comunidad internacional para condenar enérgicamente esta acción escandalosa por Corea del Norte", dijo.


Lee y Obama también acordaron llevar a cabo ejercicios militares conjuntos en el Mar Amarillo.


El ejército estadounidense en Seúl, dijo que en los ejercicios de cuatro días, que comenzarán el domingo, participarán el portaaviones USS George Washington, una demostración de fuerza destinada a disuadir al régimen de beligerantes y advertir contra nuevas provocaciones.


El ataque, que también dejó a otras 18 personas heridas, representa la primera vez que Corea del Norte ha disparado en suelo de Corea del Sur y zonas civiles desde la Guerra de Corea de 1950-53. Las provocaciones de Pyongyang se habían limitado hasta ahora a escaramuzas marítimas o tiroteos en la frontera fuertemente armada.


Corea del Norte reclamó que el Sur disparó primero y ha advertido de nuevos ataques.

En la isla devastada, bomberos y residentes combatieron un incendio forestal provocado por el bombardeo, mientras cientos de personas mayores en la isla y niños se escondían en los refugios antiaéreos. otros cientos huyeron de la isla con ayuda de la Guardia Costera y barcos de la Armada.
El bombardeo indiscriminado destruyó casi el 70 por ciento de los bosques y campos en la isla rural. Cinco viviendas fueron alcanzadas por los proyectiles y otras 17 fueron destruidas por el fuego. Alimentos de emergencia y agua están siendo enviados a la isla, mientras los soldados de la Marina e ingenieros de comunicación fueron desplegados para ayudar a recuperar las instalaciones destruidas.


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