El precio del petróleo ha subido debido a los conflictos en el mundo árabe y a la crisis nuclear de Japón. Esta situación ha beneficiado a Rusia, que parece destinada a hacerse con una buena parte del mercado europeo y de Extremo Oriente.
Rusia es uno de los mayores productores de crudo y gas del mundo y ahora parece destinado a beneficiarse de la crisis de Oriente Medio y Japón.
Tras el desastre de la planta nuclear de Fukushima, varios países europeos están revisando sus políticas de energía.
Alemania ya ha cerrado permanentemente una de sus centrales nucleares y otras 6 han detenido su actividad de forma temporal.
Los analistas afirman que es probable que los precios de los combustibles fósiles permanezcan altos, lo que es una buna noticia para Rusia.
Anton Strouchenevsky, economista de Banco de Inversiones Troika Dialog expresa: "no debemos olvidar que Japón ha resultado gravemente dañado y que necesitará grandes programas de inversión y de construcción. Esto implica que aumentará la demanda de metales y Rusia está preparada para ofrecer estos recursos, naturalmente, a unos precios bastante elevados."
Rusia proporciona a Europa 2 quintas partes de su suministro de gas.
La compañía que monopoliza la producción de gas en Rusia, Gazprom, ya ha aumentado su suministro a Europa para compensar la pérdida de energía procedente de Libia.
Rusia también espera obtener un mayor porcentaje del mercado en Extremo Oriente.
Se espera que el suministro de crudo a Japón se duplique durante este año, hasta alcazar los 18 millones de toneladas.
Los elevados precios y el aumento de la demanda favorecen a Rusia, pero algunos analistas advierten que un nuevo aumento de los costes podría ser contraproducente.
Nikolay Petrov, analista de Donaciones Carnegie para la Paz Internacional expresa: "al comentar el asunto, Putin afirmó recientemente que el aumento de precios beneficiaría a Rusia hasta cierto límite. Si los precios superan este tope y frenan el desarrollo económico occidental, Rusia sería el primer país en sufrir las consecuencias."
Dos semanas después de que un terremoto sacudiera el complejo de energía nuclear de Fukushima, las instalaciones continúan liberando sustancias radioactivas.
El gobierno japonés y la compañía que opera la planta admiten que no ven final a la crisis.
Las circunstancias sugieren que demanda de los vastos recursos enérgeticos de Rusia podría extenderse por un largo tiempo.(Xinhua)
01/04/2011
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