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lunes, 10 de octubre de 2011

Un campo de pruebas andaluz para aviones no tripulados


Durante la Segunda Guerra Mundial ya se utilizaron vehículos aéreos no tripulados (UAV) para entrenar a los operarios de los cañones antiaéreos -usados como defensa de los ataques de la aviación-, pero fue a finales del siglo XX cuando alcanzaron su máximo potencial con fines militares. 

Ante la necesidad de llevar a cabo vuelos experimentales de UAV, el Centro Avanzado de Tecnologías Aeroespaciales (Catec) -situado en Aerópolis (Sevilla)- desarrolla el proyecto Atlas. Éste consiste en un campo de vuelo situado en el paraje La Herrera (término municipal de Villacarrillo, Jaén), con una pista pavimentada de 800 metros de longitud y 20 de ancho, torre de control, hangares e instalaciones técnicas. 

Esta instalación, que es de tipo científico-tecnológico, cuenta con un espacio aéreo de 30x35 kilómetros, que permite probar aviones de un máximo de 500 kilos de peso, y es única en España, donde, destaca Juan Pedro Vela, director del Catec, no existe normativa que regule ni estos espacios para vuelos experimentales ni tampoco sobre los UAV, "por lo que somos muy pioneros". Sus competidores, señala Vela, están en el Reino Unido, donde ya funciona una instalación de este tipo. 

"Hicimos un estudio analizando más de 150 ubicaciones posibles", indica Vela, ya que había que valorar la proximidad a poblaciones, "debía ser un lugar que no supusiera un peligro para las personas en caso de accidente". Además, el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) indicó que debían tener en cuenta los movimientos migratorios. La selección de Villacarrillo se derivó de la "gran acogida social" que tuvo la instalación. 

Ya disponen de financiación -pública-, y del estudio de impacto ambiental, y también han elaborado un anteproyecto que le han enviado a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) para acreditar la instalación como aeródromo. "Esperamos que esté funcionando a lo largo de 2012 porque la demanda existe", subraya Vela. De hecho, universidades, centros tecnológicos o empresas que están desarrollando UAV ya han mostrado su interés y su deseo de realizar vuelos de prueba en el campo de vuelo jiennense. 

Aunque, originalmente, los UAV se crearon con intenciones militares -uso que se le sigue dando-, ya empiezan a destacar aplicaciones civiles que incluyen, por ejemplo, los ensayos de tecnología para aviones tripulados en UAV para evitar pérdidas humanas, la colaboración en incendios forestales o el control de la inmigración ilegal. "Las aplicaciones son casi ilimitadas y cada vez se ponen más de relieve otras nuevas", afirma Vela. 

Otros de los intereses fundamentales que tiene el Catec en el proyecto es la experimentación con tráfico aéreo que "está saturado, y ya en EEUU e incluso Europa se está diseñando una nueva forma de navegar", informa. En el futuro se espera que los aviones vuelen supervisados por los controladores, pero que sean las propias aeronaves "las que elijan sus rutas mediante avanzados sistemas de GPS, que les permitirá ver qué hay o los problemas meteorológicos con los que puedan encontrarse y, en función de todo ello, calcular la mejor trayectoria". 

El personal técnico del aeropuerto estará formado por unas cinco o seis personas y para el mantenimiento de infraestructuras contarán con unos cinco trabajadores, "vamos a primar a los solicitantes de la zona, de hecho, ya tenemos el currículum de numerosos ingenieros de Jaén y el director del aeródromo es de allí", apostilla Vela. Además, habitualmente se encontrarán en las instalaciones personal de empresas y universidades que estén realizando sus pruebas, "con lo que se generará empleo indirecto en la población, relacionado, por ejemplo, con el alojamiento y la manutención". Se trata de una instalación pequeña que podrá ampliar su personal si la demanda lo requiere. Vela también incide en que la instalación será rentable y autosuficiente, dado que con las tarifas de uso se hará frente a los gastos de operación. "No tendrá pérdidas", augura. 

En la actualidad, el ser humano confía mucho más en las máquinas que en otras épocas , y por ello "hay que hacer muchos ensayos; en el caso que nos ocupa consiste, por ejemplo, en poner los UAV en situaciones de riesgo para comprobar que son capaces de evitarlas", destaca Vela. De lo que se trata es de volar aviones con garantías y con seguridad.

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