La Armada de Venezuela estaría considerando reactivar las negociaciones para la compra de submarinos. La decisión se habría tomado tras haberse detectado la presencia de un submarino nuclear no identificado, en aguas territoriales venezolanas.
El hecho ocurrió el pasado 7 de noviembre, en las inmediaciones de la caribeña isla de La Orchilla, cuando el submarino Sábalo (S-31) detectó e interceptó a un submarino nuclear de nacionalidad no precisada, navegando en inmersión. El incidente no pasó a mayores debido a que el intruso se retiró a aguas internacionales, ante el seguimiento sostenido del submarino venezolano y otras unidades navales que se sumaron a la persecución.
La Armada de Venezuela dispone de dos submarinos de propulsión diesel-eléctrica del tipo U209A-1300/ clase Sábalo, el Sábalo (S-31) y el Caribe (S-32), los cuales fueron construidos en Kiel, Alemania, por la entonces Howaldtswerke-Deutsche Werft GmbH (HDW) y entregados en 1976 y 1977, respectivamente.
En 2004, ambos buques comenzaron a ser sometidos a un proceso de revisión quinquenal y modernización en las instalaciones de Diques y Astilleros Nacionales C.A. (Dianca) ubicadas en Puerto Cabello, estado Carabobo, con la asistencia técnica de ThyssenKrupp Marine Systems (antigua HDW) y otras empresas especializadas internacionales. El objetivo era prorrogarle la vida útil a los dos submarinos por 10 o 12 años, a partir de 2007, cuando estaba previsto que iban a ser reincorporados al servicio. Es la primera vez que este tipo de trabajos se realizan en Venezuela, aunque aún no han concluido. El Sábalo apenas fue reincorporado a la flota en enero pasado, mientras que el Caribe permanece varado en Dianca.
El Plan Estratégico de la Armada 2000-2010
El Plan Estratégico de la Armada 2000-2010, contemplaba para 2007, la adquisición de unidades submarinas. En 2005, se presentó públicamente un proyecto para la adquisición de nueve submarinos convencionales de cuarta generación, en un plazo de quince años. Las características comprendían propulsión diesel-eléctrica, equipados con el sistema AIP (Air Independent Propulsion) y capacidad para disparar misiles tácticos en inmersión.
En esa oportunidad, la Armada indicó que evaluaba varios modelos como el alemán U214, el ruso Amour 1650 y el, a la sazón, franco-español Scorpene, entre otros. La marina venezolana mostró, desde un principio, clara preferencia por el U214; sin embargo, presiones norteamericanas que obligaron el retiro de la oferta alemana y consideraciones geopolíticas por parte de Francia respecto al Scorpene, redujeron las posibilidades de adquisición, prácticamente, a submarinos rusos.
En 2007, fuentes rusas informaron que Venezuela estaba negociando la construcción de cinco submarinos Project 636/clase Varshavyanka (Código Otan: Improved Kilo), y cuatro Project 677E/clase Amur 1650. Se conoció, asimismo, que inicialmente la Armada venezolana insistió en el Amur 1650 de cuarta generación, pero fue persuadida de aceptar, por ahora, los Improved Kilo ya que los nuevos Amur, para ese momento, aún no han sido incorporados a la marina rusa.
Ante tal circunstancia, se reestructuró el plan y, en total, serían adquiridos seis Improved Kilo, en dos órdenes sucesivas, y, finalmente, tres Amur 1950. Trascendió, igualmente, que se habría acordado dotar a los Improved Kilo con el Centro de Mando y Control, sistemas electrónicos y sistemas de armas, usados por el modelo más avanzado Amur 1650, incluyendo misiles de la serie Klub-S.
Sin embargo, las negociaciones se congelaron un tiempo después y, en abril de 2009, se anunció en Moscú, que los seis submarinos Improved Kilo que estaban destinados a Venezuela, iban a ser adquiridos por Vietnam.
FUENTE:
Infodefensa.com
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