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domingo, 26 de febrero de 2012

La CIA ve a Irán lejos de la bomba



En un nuevo esfuerzo por contener la impaciencia de Israel, el Gobierno de Estados Unidos insiste en que, pese a otras informaciones en sentido contrario, Irán no ha progresado significativamente en su camino hacia la construcción de armas atómicas. Al mismo tiempo, y ante el incremento de la tensión, el Pentágono está acelerando sus planes militares por si fuera necesaria en los próximos meses una intervención en el Golfo Pérsico.


El diario The New York Times informaba este sábado que las principales agencias de espionaje norteamericanas, incluida la CIA, están convencidas de que el programa nuclear iraní no ha conseguido avances importantes en los dos últimos años y está todavía relativamente lejos de la posibilidad de fabricar una bomba atómica. Ni siquiera es seguro aún, según el diario, que el régimen islámico haya tomado ya la decisión de dar ese paso.

Esta apreciación discrepa con la delOrganismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), que el viernes hizo público un informe en el que advertía que Irán estaba más cerca del arma nuclear, pero coincide con lo que los principales responsables civiles y militares, desde el director de la CIA, David Petraeus, hasta el jefe del Pentágono, Leon Panetta, han estado diciendo en los últimos días. “No creemos que hayan decidido aún tener armas nucleares”, dijo el 31 de enero ante el Congreso el director nacional de inteligencia, James Clapper.

Aunque esta situación, en la que la Administración norteamericana asume un papel más prudente que el del propio OIEA, contrasta con otras experiencias recientes, se explica por las circunstancias que rodean a la crisis iraní, esencialmente la presión de Israel para actuar militarmente.

EE UU e Israel están de acuerdo en que Irán no está todavía a punto —semanas o meses— de construir un arma atómica, pero discrepan sobre el momento en que ese proceso sería ya irreversible. Según los expertos norteamericanos, esa línea roja no ha sido todavía cruzada, en la medida en que, aunque existe la convicción de que Irán está enriqueciendo uranio, no dispone todavía de la tecnología para aplicarlo a un misil y crear una cabeza nuclear. El Gobierno israelí, en cambio, estima que ese paso no es tan difícil de dar, y que, una vez que se haya desarrollado secretamente la técnica de la bomba atómica, se tarda relativamente poco en disponer de misiles nucleares. Es por esta razón por la que Israel insiste en actuar militarmente antes de que Irán entre en esa zona de riesgo claro e inminente.

Es impredecible cómo va a acabar ese pulso, pero, ante el peligro de un enfrentamiento militar, el Pentágono ha solicitado al Congreso, según publicaba hoy The Wall Street Journal, presupuesto para la adecuación de sus recursos militares en el Golfo Pérsico a la amenaza de un intento de bloqueo por parte de Irán del estrecho de Ormuz.

EE UU cuenta desde hace tiempo con esa posibilidad, que podría ser consecuencia tanto de una acción de represalia como de una guerra preventiva iraní ante las amenazas de Israel, y está preparado ya para hacerle frente, incluyendo la presencia de fuerzas especiales en Emiratos y una vigilancia constante de unidades de la Quinta Flota. Pero, según informa ese diario, los especialistas militares creen que la intervención norteamericana sería más efectiva si se adapta parte del armamento actual a los recursos ofensivos iraníes, principalmente sus lanchas rápidas capaces de disparar morteros y misiles de crucero.

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