9 de noviembre de 2012
Andréi Kisliakov, para Rusia Hoy
Es posible que con la destitución de Anatoli Serdiukov como ministro de Defensa, la flota de las Fuerzas Armadas cumpla los planes de la dirección político-militar. En los últimos tiempos las contradicciones entre los mandos militares e industriales por un lado, y el ministro de Defensa por otro, han obstaculizado el crecimiento de la Flota de Guerra. Un claro ejemplo de esto es el programa de construcción de portaaviones.
No hay planes concretos para la construcción de estos buques, aunque la situación podría cambiar con el nuevo ministro de Defensa. Fuente: flickr / jl.cernadas
Pocos días antes del cese de Serdiukov, el comandante en jefe de la Flota de Guerra, Chirkov, expresaba claramente la función global de la flota.
"Según los objetivos propuestos, para 2030 la Flota de Guerra debería ser capaz de defender los intereses nacionales de la Federación Rusa en cualquier océano del mundo y garantizar el cumplimiento de la disuasión en el uso de armas estratégicas nucleares y convencionales", declaró en un encuentro con el agregado militar en Moscú.
“En los últimos dos-tres años el papel y el lugar del Estado Mayor de la Flota en el sistema de comando de las Fuerzas Armadas ha cambiado sustancialmente y ha comenzado a responder a una lógica eficaz de mando”, señaló Chirkov.
El comandante en jefe dijo que gracias a la implementación de grupos específicos, creados con el fin de poner en práctica las tareas de colaboración mutua, las Fuerzas Armadas están en una fase de formación e implementación de grupos interdisciplinares, que reúnen bajo un mando único todas las tropas y fuerzas que se encuentran en un mismo teatro de operaciones.
"En el Ministerio de Defensa se ha realizado y se continua realizando un trabajo concreto de mejora de la estructura de mando", dijo Chirkov.
¿Qué conclusiones se pueden sacar de esto? Hoy en día, para que la Flota sea capaz de "resolver de forma decisiva" las tareas estratégicas requeridas en una situación bélica, son necesarias las conexiones de portaaviones, más concretamente, los grupos de ataque de portaaviones (AUG por sus siglas en ruso).
Son precisamente los portaaviones los que combinan la flota, la aviación y la infantería. Además, son capaces de realizar operaciones en estrecha colaboración con el resto de unidades y agrupaciones.
En el imprevisible mundo actual, la simple aparición de un poderoso buque de guerra con infantería y aviación junto a las costas de cualquier "punto caliente" puede producir un efecto disuasorio. La posibilidad de despliegue de la AUG es un instrumento de influencia política para Rusia en tiempos de paz.
El Estado Mayor de la Flota de Guerra anunció oficialmente planes para la construcción de portaaviones hace exactamente un año, indicando que el primer buque podría ponerse a flote para mediados de la próxima década.
Pero a mediados de 2011, el entonces director de la Corporación Unificada de Astilleros (OSK por sus siglas en ruso), Román Trotsenko había delcarado a los periodistas que en 2016 comenzarían los trabajos de diseño del nuevo portaaviones nuclear y que la construcción del barco podría comenzarse en 2018.
En cinco años podría entrar a formar parte de la flota en activo. Además, se construirían destructores de acompañamiento. En otras palabras, se estaba planificando la creación de un AUG plenamente operativo.
Sin embargo, el Ministerio de Defensa negó incluso la posibilidad del pedido. "Se están realizando estudios sobre esta cuestión y todavía no hemos obtenido resultados. Ni siquiera se considerará la decisión de hacer el pedido del portaaviones", declaró en su momento el exministro de Defensa Anatoli Serdiukov.
Un callejón sin salida
Se crea entonces una situación paradójica. Entre otras cosas, el retraso en la creación de una moderna flota de portaaviones afectará de forma funesta a los intereses comerciales rusos, y conllevará una pérdida de poder cientifico-tecnológico.
No es un secreto que hace no mucho Rusia vendió dos grandes portaaviones, el 'Almirante Gorshkov' a India y el 'Variag' a China.
Los dos buques fueron construidos en los astilleros del Mar Negro (Nikolaev, Ucrania) en un mismo proyecto, el 1143, con una diferencia de seis años y posteriormente fueron modernizados.
En opinión de Valeria Babicha, ingeniera naval jefe que actualmente reside en Ucrania, tras la construcción del 'Gorshkov', "no será necesaria la experiencia en construcción por lo menos hasta el año 2020. No hay nada en cuestión de portaaviones en el programa estatal de armamento en los próximos ocho años".
A su vez, el presidente del Comité de Defensa de la Duma, el excomandante de la flota del Mar Negro, Vladímir Komoedov, considera que el proyecto tecnológico desarrollado en la URSS para la creación de estos buques puede perderse.
"No construimos portaaviones. Solo hay declaraciones y las fechas de inicio resultan ser de lo más variado, de 2015 a 2030”.
A pesar de todo, el representante oficial de la Corporación Unificada de Astilleros, Alexéi Kravchenko, considera que los trabajos del 'Vikramadit', vendido a la India, han demostrado que en Rusia todavía se conserva una escuela de ingeniería que ha desarrollado un potencial tecnológico en construcción de portaaviones, aunque no hay una decisión política sobre e asunto.
"Hasta el día de hoy, el Ministerio de Defensa no ha dado una respuesta concisa sobre cuando, a qué precio, qué tipo de portaaviones y cuantos será necesario construir", se quejó el representantes de la CUA.
Es posible que el nuevo ministro de Defensa sea más conciso en sus apreciaciones.
http://rusiahoy.com/articles/2012/11/09/la_construccion_de_portaaviones_se_queda_en_el_aire_21643.html
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