V-22 OSPREY será vendido a Israel. | United States Navy
EEUU ofrece a Israel el V-22 Osprey y aviones de reabastecimiento en vuelo
Inmerso en un debate sobre temas internos (el nuevo presupuesto) y con todos los satélites puestos en lo que llama "terremoto regional", Israel ha recibido hoy al nuevo secretario de Defensa estadounidense, Chuck Hagel, con una mezcla de sentimientos.
Por un lado, cierta preocupación ante la fama de Hagel en Washington -amplificada en el proceso de su nombramiento- de no ser proisraelícomo sus antecesores. Por otro, imperiosa necesidad de entablar una estrecha relación con el nuevo jefe del Pentágono, vital en dos temas prioritarios para ambos países: el plan nuclear iraní y la desintegración de Siria, con énfasis en el destino de las armas químicas en manos, todavía, del presidente Bashar Asad. Nada mejor que un moderno y sofisticado arsenal para reducir preocupaciones y ahuyentar temores.
Con motivo de su primera visita a Israel iniciando así la gira en Oriente Próximo, Hagel apadrina un acuerdo armamentístico con Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos e Israel, valorado en diez mil millones de dólares según el diario 'The New York Times'.
Un acuerdo de venta de armas que, según el propio Hagel en una afirmación citada por las agencias al llegar a Israel, "es una clara señal a Irán".
"El objetivo no es sólo fortalecer las capacidades de Israel sino también de nuestros aliados en el Golfo Pérsico para que puedan afrontar la amenaza iraní así como proporcionar una red de cooperación más grande ante todo tipo de contingencias", afirmó al diario una fuente de la Administración norteamericana.
Ante la millonaria venta de armas (varios tipos de sofisticados misiles y 26 cazas F-16, por ejemplo) a los países árabes, el Ejército israelí expresó su temor de perder la llamada "superioridad de calidad" regional. Un compromiso renovado anualmente desde la Casa Blanca y confirmado por el presidente Barack Obama en su reciente visita al garantizar nuevos recursos para el Tsáhal (Fuerzas Armadas israelíes).
De esta forma, Hagel pretende firmar en primer lugar la venta a Israel de aviones de reabastecimiento en vuelo KC-135 que permiten a los cazas de combate permanecer más tiempo en el aire en caso de misiones de larga distancia. Como por ejemplo, la que requiere un ataque contra las centrales nucleares en Irán.
Además de los radares EASA (Active Electronically Scanned Array) destinados a cazas de combate y de misiles especializados en "estorbar" radares antiáereos, la oferta estadounidense incluye por primera vez el V-22 Osprey, aeronave de transporte militar que combina capacidades de un avión y helicóptero. Posee la capacidad de despegue y aterrizaje verticales y al mismo tiempo cortos mejorando las posibilidades del Tsáhal para transportar comandos terrestres lejos de sus fronteras.
Si se confirma, Israel será el primer país que recibe este "avión-helicóptero" fabricado por Boeing y Bell Helicópter Textron. El equipamiento no llegaría antes del 2015. Aún no se sabe si Israel lo pagará o, como parece, lo incluirá en la asistencia militar anual estadounidense.
El nuevo paquete de armas no supone luz verde a Israel para lanzar un ataque contra las centrales nucleares iraníes. Aunque supone un claro mensaje a Teherán, su significado es otro. Hagel intentará "calmar" al primer ministro, Benjamín Netanyahu, en todo lo que se refiere al frente iraní. Hagel es conocido por su oposición a un ataque militar contra Irán. Una posición que comparte el nuevo ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon que en la anterior legislatura defendió como miembro del minigabinete de seguridad la cooperación con EEUU y agotar la vía diplomática y sanciones.
"Tenemos y ejerceremos el derecho a defendernos", asegura Netanyahu que considera Irán nuclear como una "amenaza existencial" para Israel y "un peligro real para la zona y el mundo". Teherán, por su parte, reitera que su programa nuclear tiene fines únicamente civiles.
Hagel declaró que “Estados Unidos e Israel ven en Irán exactamente la misma amenaza, una autentica amenaza" y reveló diferencias sobre los plazos del proyecto nuclear. Preguntado por un eventual ataque israelí, respondió: "Cualquier nación soberana tiene el derecho a defenderse y protegerse".
"Entre los diversos temas en la agenda, Yaalon y Hagel discutirán sobre los efectos de la grave e incierta situación en Siria y el proyecto nuclear de un país en manos fanáticas como es Irán", afirma una fuente israelí a ELMUNDO.es. Al margen de Hagel, Israel concede gran importancia a la visita estos días del ministro de Exteriores de Azerbaiyán, Elmar Mammadyarov. Un país musulmán que coopera con Israel y es fronteriza a Irán.
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