RIA Novosti / Kirill Braga
Destrozarlo y quemarlo todo en un área de 300 metros cuadrados desde una gran distancia, de eso es capaz el sistema lanzallamas modernizado ruso TOS-1A, que por primera vez ha sido utilizado en ejercicios militares en el este del país.
Un batallón de las tropas rusas de Defensa Radiológica, Química y Biológica destruyeron una posición hostil simulada en el polígono, a una distancia de tres kilómetros, con cohetes termobáricos.
El video de la agencia RIA Novosti muestra cómo 24 cohetes fueron lanzados a la vez.
Poco antes de alcanzar su objetivo, los cohetes emiten gas combustible, que se incendia y arrasa todo en 300 metros cuadrados con altas temperaturas y presión.
“Al principio les asustó, y luego se interesaron”, contó bromeando Vladímir Shulik, el comandante del batallón, describiendo la reacción de sus tropas.
Cada cohete pesa 90 kilogramos. Igual que su predecesor TOS-1 Buratino (Pinocho), el sistema se basa en el chasis del tanque T-72. El alcance del sistema es de seis kilómetros.
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