Lo que en un primer momento se descartó casi por completo parece que ahora toma cuerpo de verosimilitud. Todo apunta a que los talibanes paquistaníes fueron los responsables del fallido atentado con coche bomba llevado a cabo el pasado día 1 en la neoyorquina Times Square. Lo afirmaron ayer el fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder, y el principal asesor antiterrorista de la Casa Blanca, John Brennan. «Ahora tenemos pruebas que demuestran que están tras el ataque», afirmó Holder en una entrevista a la cadena ABC. Pero para evitar malentendidos con el Gobierno paquistaní, el responsable del ministerio público también se adelantó a matizar que no hay nada que sugiera que Islamabad estuviera al tanto de las intenciones de Faisal Shahzad, estadounidense paquistaní arrestado el día 3 por su presunta implicación en la frustrada acción. Otro alto funcionario de la Administración, John Brennan, precisó en otras entrevistas que Shahzad mantuvo contactos durante sus viajes a Pakistán con el grupo extremista paquistaní Tehrik-e-Taliban, que le reclutó para la causa de la Jihad y le entrenó en el uso de explosivos. Ese grupo es el de mayor implantación e influencia en la remota región paquistaní de Waziristán, donde también reciben protección y entrenamiento, según los servicios secretos norteamericanos, los jefes talibanes de Afganistán y de Al-Qaida, probablemente el propio Osama bin Laden. Shahzad estuvo en Waziristán, según las pistas de las que se dispone, en algún momento durante los cinco meses en que residió en Pakistán, su país de nacimiento, antes de regresar a Estados Unidos en febrero para preparar el atentado que pudo haber causado cientos de víctimas en Nueva York. Desde hace ya tiempo, la Administración norteamericana estima que una victoria, incluso relativa, en Afganistán es imposible sin la eliminación del santuario talibán en Pakistán. Para ello es imprescindible la colaboración de las autoridades paquistaníes, que, aunque ha aumentado en los últimos meses, sigue siendo insuficiente. Reivindicación Los talibanes paquistaníes de Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP) reivindicaron casi de inmediato la autoría del atentado «en venganza por los dos líderes y mártires musulmanes Al-Baghdadi y Al-Muhajir», dirigentes de Al-Qaida y el Estado Islámico de Irak, insurgentes abatidos el 18 de abril. Pero las autoridades estadounidenses no dieron demasiado crédito al comunicado al señalar que casi seguro era sólo un intento de llamar la atención mundial. Ahora, sin embargo, todo sugiere que el anuncio iba en serio. También lo constató así Brennan, quien destacó que la investigación en marcha indica que Shahzad trabajaba para el grupo Tehrik-e-Taliban. Se cree que esta facción también oculta al terrorista de origen saudí Osama bin Laden y a otros miembros de la red que dirige.
EL DIARO VASCO
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