AJDABIYA, LIBIA (17/ABR/2011).-Las fuerzas del líder libio Muamar Gadhafi atacaron el domingo las afueras de Ajdabiya, obligando a los rebeldes a replegarse a su bastión más oriental y reduciendo sus esperanzas de avanzar al oeste para terminar con el estancamiento en la guerra civil.
Un testigo dijo que vio alrededor de una decena de cohetes caer sobre la entrada occidental de la localidad, que los rebeldes querían usar como puesto permanente para recapturar el puerto petrolero de Brega.
Muchos huían del ataque mientras las fuertes explosiones sacudían la ciudad.
"Aún hay algunos tipos allá afuera en la entrada occidental, pero la situación no es muy buena", dijo Wassim el-Agouri, un voluntario rebelde de 25 años que esperaba en la entrada oriental de Ajdabiya.
El sábado los rebeldes llegaron hasta las afueras de Brega, situada 80 kilómetros al oeste, pero muchos tuvieron que regresar a refugiarse a Adjabiya después de que seis combatientes murieran por el impacto de cohetes lanzados por las fuerzas de Gadhafi a la carretera que une ambas ciudades.
El domingo se cumplió un mes desde que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó una resolución autorizando el uso de fuerza para proteger a los civiles en Libia, lo que llevó a la campaña militar internacional.
Pero pese a los ataques de la OTAN contra las fuerzas de Gadhafi, los rebeldes no han podido hacer nuevos progresos o mantener sus avances en las semanas de enfrentamientos por ciudades costeras en el este de Libia.
BOMBARDEOS EN MISRATA
En el oeste del país, la ciudad de Misrata, en manos de rebeldes, ha sido asediada durante siete semanas, elevando la preocupación internacional sobre una creciente crisis humanitaria. Se cree que cientos de civiles han perecido por los combates y bombardeos sobre el lugar.
Un portavoz rebelde dijo que las fuerzas de Gadhafi habían bombardeado Misrata nuevamente el domingo, causando la muerte de al menos seis personas. Abdel Basset Mezerik indicó que además había al menos 47 heridos.
Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña dijeron esta semana que no interrumpirían los bombardeos hasta que Gadhafi abandone el poder, revisando el objetivo de la misión y modificándolo por el de un cambio de régimen.
Sin embargo, con las tropas de la OTAN aún en Afganistán, los países occidentales han descartado enviar soldados a terreno, una postura reforzada el domingo por el primer ministro británico, David Cameron.
"Lo que hemos dicho es que no existen dudas sobre una invasión u ocupación, esto no llevará a Gran Bretaña a poner las botas en terreno", declaró en una entrevista con el canal Sky News.
Pero Cameron dijo que las potencias ayudarían de otras formas para impedir que Gadhafi "desate su infierno sobre las personas en Misrata" y otras ciudades situadas en la costa libia, incluyendo proveer "equipos no letales" a los rebeldes.
Los rebeldes han pedido repetidamente armas más sofisticadas, diciendo que su metralletas y lanzagranadas no son suficientemente poderosas para enfrentar a las fuerzas del Gobierno.
"Queremos armas, armas modernas", dijo el combatiente Ayman Aswey, de 21 años. "Si las tuviéramos, podríamos avanzar y derrotarlos", aseveró.
CIVILES HUYEN AL ESTE
Con el sonido de las explosiones y disparos surcando todo Ajdabiya desde su entrada occidental, decenas de vehículos rebeldes y civiles transportaban hombres, mujeres y niños en una fila hacia el este, en dirección al bastión rebelde de Bengasi.
Una tormenta de arena invadió el sector durante la mañana, oscureciendo la vista a lo largo del vasto y plano desierto. Algunos rebeldes dijeron que dejarían minas anti-tanques en la entrada oriental de Ajdabiya.
Días de enfrentamientos esporádicos en la parte oeste de la carretera hacia la ciudad de Brega no han logrado terminar con el punto muerto de la guerra civil.
Portavoces rebeldes señalaron el sábado que sus soldados más experimentados estaban luchando contra las fuerzas de Gadhafi en los márgenes de Brega, pero no fue posible verificar esa información.
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