Al menos 13 civiles han muerto en las últimas horas en la ciudad de Homs, en Siria, en enfrentamientos con el Ejército sirio, según ha denunciado este martes Rami Abdel Rahmane, responsable del Observatorio Sirio de Derechos Humanos. El régimen del presidente, Bashar al Asad, está efectuando operaciones militares para reprimir cualquier intento de protesta en la ciudad, donde conviven sunís, chiís alauís --grupo al que pertenece Asad-- y cristianos.
A última hora del lunes un civil murió y otros cuatro resultaron heridos por disparos del Ejército en el barrio de Khaldiyé, tomado por las fuerzas del oden, según ha confirmado Abdel Karim Rihaoui, jefe de la Liga Siria de Derechos Humanos. Los enfrentamientos se han agravado después de que varios miembros del Ejército desertaran y se negaran a participar en los ataques a civiles.
Unidad de los ciudadanos
Los enfrentamientos sin precedentes entre partidarios y opositores del régimen de Asad se cobraron el pasado fin de semana 30 muertos de todas las confesiones. "Las autoridades militares efectúan operaciones de seguridad en Homs después de que fracasara su intento de sembrar divisiones entre las tres confesiones que conviven en la ciudad", ha explicado Rihaoui, que alaba la "clarividencia" de los ciudadanos sunís, alauís y cristianos.
El agravamiento de la seguridad en Homs ha obligado a cientos de sirios a huir hacia el Líbano, donde se han refugiado desde el inicio de la revuelta popular contra Asad a mediados del pasado mes de marzo. En estas protestas políticas han perdido ya la vida entre 1.450 y 2.000 personas, según fuentes de la oposición y organizaciones proderechos humanos sirias, mientras que el régimen de Damasco mantiene detenidas a otras 15.000.
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