El ministro de Exteriores italiano, Franco Frattini, solicitó ayer a la OTAN que se abra una investigación sobre la falta de ayuda por parte de barcos de la Alianza Atlántica a una embarcación con cientos de inmigrantes que permaneció durante varios días a la deriva, y solicita además una ampliación de la misión de salvaguardia de la población civil de Libia basada en la resolución de la ONU de 1970 y 1973 para que se tutele y socorra también a quienes por causa de las guerras se ven obligados a huir.
Italia intenta zanjar la polémica abierta con la OTAN sobre el rescate de 370 inmigrantes que se encontraban a la deriva a 90 millas de la isla italiana de Lampedusa. El primer aviso fue lanzado el jueves por un remolcador de Chipre, que les dio agua y avisó a un barco de la OTAN. Según los náufragos, esta se encontraba a tan solo 27 millas, pero no acudió en su ayuda. Sí lo hizo la Guardia Costera italiana. Los inmigrantes contaron que habían zarpado de Libia el viernes y que llevaban seis días varados en el mar. Aunque en la embarcación solo se encontró un cadáver, los náufragos afirman que un centenar de inmigrantes murieron de hambre y sed.
La OTAN, a través de su portavoz, Carmen Romero, confirmó que el comando marítimo de la Alianza fue avisado, pero que no participó en el auxilio del barco porque fue informado por Roma de que las autoridades nacionales se estaban ocupando del rescate.
«Estamos trabajando en estrecho contacto con las autoridades italianas para aclarar lo sucedido», aseguró la portavoz, que recordó que en el pasado reciente barcos bajo bandera de la OTAN habían demostrado «su empeño en responder a todas las obligaciones previstas por el derecho internacional, incluido el salvamento de vidas en el mar».
Seis acusados
Mientras tanto, ayer fueron puestos a disposición de la policía de Agrigento (Sicilia) los seis presuntos contrabandistas acusados de la muerte por asfixia de 23 inmigrantes por inhalación de gases del motor y de otros dos por golpes. Los cadáveres fueron encontrados en la bodega de una embarcación que llegó a principios de esta semana a Lampedusa con 271 personas a bordo. Los arrestados, de nacionalidad somalí, siria y marroquí, fueron acusados de favorecimiento de la inmigración clandestina y de muerte como consecuencia de otro delito.
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