Moscú, 21 nov (PL) El primer submarino nuclear estratégico ruso del proyecto 955 Borei, el Alexandr Nevski, se hizo a la mar para realizar ensayos de fábrica y someterse al examen definitivo de homologación, aseguró hoy la armadora naval Sevmash.Tras una reunión dedicada a debatir la construcción de los sumergibles atómicos de los proyectos Borei y Yasen y su entrada en dotación combativa, la naviera informó a la prensa que las pruebas decisivas comenzarán en diciembre.
Con 170 metros de eslora, 13,5 de manga y artillada con los nuevos misiles balísticos intercontinentales Bulavá-30, esta nave puede alcanzar los 450 metros de profundidad y desplazarse a velocidad de 29 nudos.
La Armada rusa menciona a la unidad Yuri Dolgoruki como el submarino insignia del proyecto 955, categoría en la cual también figuran el Vladimir Monomai y el Príncipe Vladimir, colocados en quilla por Sevmash después del Alexandr Nevski.
Al referirse a la situación constructiva, las fuentes informaron que el Yuri Dolgoruki está a punto de concluir los trámites previos a la incorporación a la Marina de Guerra, y que otra de las nuevas unidades, el Severodvinsk, avanza con éxito en sus pruebas.
La cartera de Defensa indicó en fecha reciente que el Alexandr Nevski reforzará la Flota rusa del Pacífico en 2014.
Con anterioridad, en abril del año en curso, ese ministerio explicó que el Yuri Dolgoruki y el Alexandr Nevski se sumarían a la Armada en junio y en agosto, respectivamente, tras una primera prórroga de su incorporación, prevista originalmente para 2011.
Sevmash no pudo concluir a tiempo todas las pruebas necesarias, se informó.
Paralelamente, fallas en varios disparos con misiles Bulavá provocaron fuertes críticas del Kremlin a los centros involucrados en su construcción por los millonarios recursos destinados a su producción.
Con un alcance de 8 mil kilómetros, estos proyectiles pueden portar de seis a 10 ojivas nucleares hipersónicas programadas, con 100 a 150 kilotones cada una, capaces de modificar su trayectoria en vuelo.
Estos cohetes están dotados de combustible sólido y se lanzan desde un submarino sumergido en movimiento.
Sus diseñadores afirman que son invulnerables a cualquier sistema moderno de defensa antimisiles por lo que constituirá la base del arsenal nuclear estratégico ruso en los próximos años.
La novedad de esta arma consiste no solo en su combustible sólido, sino en que la ojiva atómica es un vehículo de reentrada múltiple independiente, lo que le permite realizar maniobras evasivas en su avance hacia el objetivo, señalan especialistas.
Puede eludir cualquier fase del interceptor terminal, lleva contramedidas como decodificadores y su cabeza nuclear está provista de escudos contra radiaciones, interferencia electromagnética y alteración física, añade la fuente.
Sus antecesores podían ser detonados a 10 kilómetros del blanco, pero la variante actual imposibilita la maniobra de intercepción, incluida la evasión de un disparo láser.
Al utilizar combustible sólido, puede mantenerse en alertas prolongados y ser lanzado en minutos, lo cual representa para Rusia un medio capaz de dar respuesta inmediata a cualquier ataque atómico.
mgt/jpm
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