Dos sargentos israelíes han sido degradados por un tribunal militar por conducta inapropiada durante la operación Plomo Fundido, la ofensiva sobre Gaza realizada a finales de 2008. Ambos han sido condenados por usar a un niño palestino como escudo humano, obligándole a inspeccionar unas bolsas en las que sospechaban que había explosivos, según informa el diario israelí Haaretz. Además, los dos militares han sido condenados a tres meses de libertad condicional.
Ambos fueron declarados culpables el mes pasado de imprudencia temeraria y conducta indecorosa por obligar al niño a abrir las bolsas. El niño no pudo hacerlo, por lo que le aparataron y dispararon a los bultos sospechosos, poniendo en peligro a todos los presentes, incluyendo al crío. En la sentencia, hecha pública hoy, el tribunal dice que "los deberes operacionales no garantizan la inmunidad", aunque los jueces destacan que no se puede "ignorar las difíciles condiciones en las que operan los combatientes enviados por el Estado de Israel". Los dos sargentos -según la jerarquía militar israelí eran staff sergeant, la categoría superior de la clase de tropa, por debajo de los suboficiales- han sido degradados una categoría y han recibido condenas de tres meses de libertad condicional, es decir, deberán pasar tres meses en un recinto militar si violan la ley
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