Navantia continúa buscando contratos en el exterior. El próximo objetivo, hacerse con el contrato de construcción de los doce submarinos que Australia ha decidido adquirir. Fuentes de la empresa confían en que se puedan acercar posturas el próximo mes de febrero, durante una visita de los australianos a Ferrol.
Los astilleros de Navantia en Cartagena podrían recibir una extraordinaria carga de trabajo extra de concretarse el interés de Australia en una docena de submarinos de nueva construcción. Ahí pueden entrar en juego los S-80 españoles.
Estos submarinos son una de las prioridades que aparecen en el denominado ‘libro blanco’ de previsiones elaborado por el Gobierno australiano, donde figuran las necesidades de su ejército y de su armada.
Las posibilidades de Navantia para hacerse con el contrato son “importantes y optimistas”, según fuentes de los astilleros consultadas por El Confidencial Digital. Sin embargo, uno de los principales problemas es que el partido de la oposición australiano ha anunciado que si llega al poder, los submarinos serán construidos en astilleros del sur de Australia.
Pese a ello, la oportunidad de negocio sigue presente, ya que según declaraciones de un portavoz del gobierno australiano a la prensa del país, la industria naval australiana “no está preparada para diseñar de cero un nuevo submarino”.
En caso de que Australia decida construir allí los doce nuevos submarinos, Navantia podría ofrecerse como “socio del proyecto” aportando el diseño, la transferencia tecnológica y el asesoramiento técnico, según adelantan fuentes de los astilleros españoles.
Por otra parte, en ese ‘Libro Blanco’ también se mencionan las 20 embarcaciones tipo BAM (Buque de Acción Marítima) y 12 lanchas de desembarco (similares a las que Navantia entregó a la Armada española en 2010). Las fuentes consultadas en Navantia aseguran que resultaría “difícil” que alguno de estos proyectos “no cayeran en la industria nacional”.
Entrega del primer BPE
El próximo 17 de febrero tendrá lugar en los astilleros de Ferrol la botadura del primer buque anfibio (similar al BPE construido para la Armada) encargado por Australia. Se espera la visita de personalidades políticas y militares de primer nivel.
Ese será uno de los “momentos claves” de cara a las futuras negociaciones para cerrar un acuerdo. Tras el acto de botadura habrá una comida en la que la dirección comercial de Navantia podrá iniciar el diálogo y plantear a los australianos su entrada en alguno de los futuros proyectos que han programado.
Australia, cliente vital para Navantia
Australia y Navantia firmaron en 2007 el acuerdo comercial naval “más importante a nivel internacional de toda la historia de la industria naval”, en palabras del por aquel entonces ministro de Defensa, José Antonio Alonso.
Los contratos, por un importe cercano a los 7.000 millones de euros, suponían la adquisición por parte del gobierno australiano de tres fragatas tipo F-100, además de dos buques anfíbios similares al BPE Juan Carlos I –el mayor buque de la historia de la Armada española-.
Los dos buques anfibios están siendo construidos en los astilleros de Ferrol –con ayuda de los astilleros australianos Tenix- , mientras las fragatas F-100 están siendo construidas en Australia por el astillero ASC.
En este último caso, Navantia proporcionó el diseño, la transferencia tecnológica y la asistencia técnica. De esta forma, ingresa parte de los beneficios sin tener que comprometer sus proyectos actuales en Ferrol.
Una figura ‘clave’ en el proceso
Por otra parte, la dirección de Navantia ha decidido dar un paso más de cara a la consecución de alguno de estos contratos. Hace apenas una semana, Francisco Barón y Bastarreche asume la dirección comercial de los astilleros.
Bastarreche es un “veterano” de la plantilla desde tiempos de la antigua Bazán. Según las fuentes consultadas en los astilleros, fue uno de los principales responsables de conseguir el encargo australiano de 2007. Una baza que Navantia pondrá en juego el próximo 18 de febrero en Ferrol.
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