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lunes, 7 de febrero de 2011

Leer en Iraq es cada vez más difícil


La censura y la represión de las libertades de opinión, o expresión en los espacios educativos, culturales y políticos no han cesado en el nuevo Iraq.
La supresión de escenas y formas de expresión en el arte, el teatro, el cine, la música y la literatura se encuentra entre la lista de objetivos reivindicados por quienes quieren implantar la bandera de un estado iraquí islamista a imitación de la República Islámica de Irán.

Y la última se produjo el 6 de diciembre, cuando el Ministerio de Educación iraquí, que presidía el ministro islamista Khudayr al-Khuzay, eliminaba los estudios de teatro y música en el Instituto Superior de Bellas Artes de Bagdad, a la vez que ordenaba quitar las esculturas figurativas de la entrada al edificio por considerarlas ilícitas en un jardín de tránsito público.el ministro islamista Khudayr al-Khuzay, eliminó los estudios de teatro y música en el Instituto Superior de Bellas Artes

Debido a la situación de inestabilidad del país y a que gran parte del poder se encuentra en manos de partidos islamistas, estudiantes y profesores se mostraron temerosos ante la posibilidad de que después le llegara el turno a otras materias, como escultura o fotografía.

Sin embargo, los miedos personales a posibles represalias ni siquiera han dejado lugar para expresar ante las cámaras una oposición firme, como se pudo observar en el noticiario de al-Arabiya, el único medio televisivo que se ha hecho eco de la noticia.

Una actitud razonable, si tenemos en cuenta que la lista de académicos asesinados en Iraq sigue en aumento. Según la organización Iraq Solidaridad, desde el inicio de la ocupación han sido asesinados 308 profesores universitarios, el último el 28 de noviembre. El propio ministro al-Khuzay se vió involucrado en un tiroteo cuando su guarda personal abrió fuego arbitrariamente contra estudiantes después de que éstos le gritaran sus quejas por el estado de su centro educativo. El suceso se cobró dos víctimas mortales y seis heridos.

Cambio de ministro

A pesar del peligro que supone expresar el desacuerdo con el ministro, en diciembre tuvieron lugar varios actos de protesta pacíficos en las provincias de Suleymaniya y Kurdistán.

Pero estas medidas no fueron revocadas hasta que tomó posesión de su cargo el nuevo ministro de Educación, Muhammad Tamim, quien desestimó públicamente la orden y dictaminó la reapertura de ambos estudios en todos los institutos de Bellas Artes del país.

La decisión fue acogida positivamente en el propio Ministerio de Educación, como por parte de la mayoría de estudiantes y profesores. Sin embargo, no ocurre lo mismo en el resto de Ministerios porque las leyes están sujetas a la tendencia particular de cada ministro y no a una política general del Gobierno. Los funcionarios de otros ministerios se muestran pesimistas ante la insistencia de sus ministros de aplicar la sharia [ley islámica] y los esfuerzos que gastan para justificarla.Las pancartas clamaban: “No se construyen naciones reprimiendo las libertades”

Ciertamente, el poder de los miembros de los partidos religiosos conservadores chiíes en el Congreso de los Diputados iraquí es muy fuerte. Dicho poder estuvo a punto, en octubre, de impedir la celebración del Festival Internacional de música, teatro y arte de Babilonia donde un gran número de conciertos y exposiciones de arte fue cancelado. El mismo poder fundamentalista del Consejo Regional de Bagdad, gobernado por Salah Abdul Razzaq, del Partido Dawa, consiguió cerrar en noviembre todos los clubes culturales, sociales y de ocio de la región, incluidas las asociaciones literarias y los comercios de venta de alcohol.

Abdul Razzaq dijo que su Gobierno regional no era responsable de la ejecución del cierre, sino los Ministerios de Interior y de Defensa, y agregó que la aplicación de la ley se estipula en el artículo 2 de la Constitución iraquí, donde se establece la necesidad de preservar la identidad islámica de la mayoría del pueblo iraquí.

Como respuesta, los intelectuales iraquíes se concentraron el 3 de diciembre en una manifestación multitudinaria condenando lo que llamaron “jomeinismo y talibanismo”, defendiendo las libertades y haciendo un llamamiento para iniciar actividades populares en el resto del país en contra de los procedimientos formales para cerrar los centros y clubes de cultura y lugares de ocio. Las pancartas clamaban: “No se construyen naciones reprimiendo las libertades”, “Las libertades lo primero” y “Bagdad no será Kandahar”.

Visto bueno estudiantil al cambio de ministro

El nuevo ministro de Educación Tamim, miembro del partido secular La Lista Iraquí Nacional, presidido por Iyad Alawi, tomó posesión de su cargo el 21 de diciembre junto a 33 nuevos miembros del gabinete de Gobierno.

De esta manera destituía a al-Khuzay, del Partido Islámico Dawa, integrado dentro del bloque de la Alianza Unida Iraquí, liderada por el primer ministro al-Maliki, de marcada ideología islamista chií.

La noticia ha sido recibida con gran alegría por los estudiantes y profesores del Instituto de Bellas Artes de Bagdad aunque estos últimos de nuevo no se han atrevido a hablar ante las cámaras por miedo a que al-Khuzay utilice su autoridad en su contra.



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