El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha hecho de Afganistán su principal prioridad en la lucha contra el terrorismo.
Esto ha llevado a un aumento del número de tropas estadounidenses. La estrategia del mandatario estadounidense también da un mayor énfasis a la reconstrucción del país y el fortalecimiento de las instituciones.
Sin embargo, las fuerzas del Talibán continúan ganando terreno. Se espera que este año sea el más violento y con mayor número de víctimas desde 2001. En este contexto, ¿cuán efectiva será la estrategia de EE.UU.? ¿Hasta qué punto ofrece respuestas a los afganos?
BBC Mundo conversó sobre este tema con Robert Fisk, veterano periodista británico, autor de varios libros y corresponsal del diario The Independent en Medio Oriente.
En los últimos años, el Talibán ha experimentado un resurgimiento y hoy en día tiene el control en varias zonas de Afganistán. ¿Cómo se explica que esté ganando tanto apoyo?
No es que esté ganando apoyo. Hay que tomar en cuenta que una vez que una fuerza de ocupación ha pasado cierto período en un país hay una reacción en contra de ésta.
Recuerdo que en 2002 visité algunos pueblos en las afueras de Kandahar y la gente nos decía que estaba perdiendo la paciencia. "Ustedes la gente de Occidente ha prometido muchas cosas que no ha cumplido", me decían.
Entonces, no ha sido simplemente que el Talibán comenzó de repente a ser popular o que lo adoren. Ha sido el hecho de que comenzaron a representar la oposición a la ocupación, aun cuando sus políticas sociales, si se pueden llamar así, hayan sido horribles.
Incluso cuando es cierto que las mujeres eran tratadas como objeto bajo el gobierno del Talibán, éste impuso un orden en Afganistán.
Yo estuve en Kandahar nuevamente en el período de Navidad y en los hospitales traían a muchos niños famélicos porque no había alimentos en los pueblos y el hospital tenía una incubadora para tres criaturas prematuras.
Esto fue siete años después de la ofensiva estadounidense en Afganistán. ¿Qué tipo de progreso estamos llevando a Afganistán? Éstas son las necesidades cruciales a las que hay que responder si se quiere enfrentar al Talibán.
Estados Unidos y la OTAN han hecho de Afganistán la prioridad número uno en la lucha contra el terrorismo y para fines de este verano más de 90.000 soldados se sumarán a las operaciones en ese país. ¿Usted cree que esta estrategia funcionará?
Es interesante que usted diga eso porque acabo de leer un artículo de un periodista y académico de la Fundación Nuevo Estadounidense que sostiene que esta idea de que Afganistán es el cementerio de los imperios no es más que un cliché.
La realidad es que el ejército soviético, cuando invadió ese país a fines de los años 70, tenía el doble de soldados y no pudieron con Afganistán. Tuvieron que retirarse. ¿Cómo diablos se las van a arreglar los estadounidenses con la mitad de tropas? Tendrán que retirarse también.
Éste es el cementerio de los imperios y va a ser el cementerio de las tropas estadounidenses si Obama no se da cuenta de que lo que hay que hacer es salir de Afganistán.
Me gustaría que fuera un cliché, pero lamentablemente el ejército británico sufrió una devastadora derrota en Afganistán en 1882, los rusos también fueron derrotados en los años 80 y ha sido el cementerio de muchas potencias desde los tiempos de Alejandro Magno.
Desafortunadamente esa es la verdad y no podemos decir simplemente "eso es historia; estamos ahora en una nueva era". Si tú no entiendes, esa historia la vas a repetir, y la historia se está repitiendo en Afganistán.
Es muy interesante que muchos soldados británicos están murieron a apenas unas millas de donde se produjo una derrota británica en una batalla llamada Maywand en el siglo XIX. Hasta este grado se está repitiendo la historia en Afganistán.
Pero hay quienes consideran que algunos de los elementos de esta nueva estrategia fueron aplicados en Irak con éxito. ¿Qué diría usted a esto?
Irak es un caso bien loco, desde el punto de vista social y económico. Nada ha funcionado para los iraquies. Salieron de Saddam Hussein, pero no había tantos muertos bajo su gobierno.
El problema es ¿estamos en Afganistán por razones morales? ¿O para educar a la población? ¿Estamos ahí para traer igualdad de género? Eso no va a suceder.
Una de las cosas con las que me encuentro constantemente, especialmente cuando estoy en cualquier lugar de Estados Unidos, es esta idea de que podemos andar por el mundo inyectando nuestros modelitos de democracia en lugares apartados donde no existe esa tradición.
Cuando yo trato de hablar con un hombre del interior de Afganistán, no de las ciudades, convencerlo de la importancia de la igualdad de género es como convencer a Henry VIII (monarca británico que gobernó de 1509 hasta 1547) de las ventajas de la democracia parlamentaria. No puedes lograrlo.
Cualquier desarrollo que se produzca en Afganistán va a suceder sin la intervención foránea.
En un discurso reciente, el canciller británico David Milliband planteó la necesidad de negociar con elementos moderados del Talibán como un componente clave de esta nueva estrategia, y eso fue algo que también se hizo en Irak. ¿Es esto viable en Afganistán?
Por años ésta ha sido una política británica en Afganistán, aún cuando no públicamente. Pero el problema es que en Afganistán no se trata de tener a moderados y militantes de línea dura dentro de la insurgencia. La afgana es una sociedad tribal.
Entonces, le pagas a Señores de la Guerra, como de hecho se hizo en Irak, y de esa forma es que se podría salir de Afganistán: pagando a algunos enemigos para que recluten a otros enemigos y así comprar influencia.
Pero el hecho es que eso mismo se hizo en Afganistán tras la ofensiva estadounidense de 2001. Se le pagó a Señores de la Guerra para que establecieran especies de cuarteles tribales.
Muchos de esos Señores de la Guerra están ahora en el gobierno de (Hamid) Karzai, otra farsa democrática, y así se va a seguir haciendo. O sea que no hay nada nuevo en lo que Miliband está diciendo.
Obama ha manifestado que quiere una estrategia de salida de Afganistán, pero para él eso significa salir con éxito. ¿Se puede prever algún nivel de éxito o será Afganistán el Vietnam de Obama?
No es un asunto de decir que éste va a ser el Vietnam de Obama. Ése sí es un cliché, pero traer democracia, igualdad de género a Afganistán es un objetivo inalcanzable.
Si hay una cosa que los afganos quieren es justicia, pero no queremos lidiar con el tema de la justicia, queremos bombardear, ocupar, decidir cómo otros deben vivir sus vidas.
Obama quiere éxito para Estados Unidos, no necesariamente para Afganistán y eso no es necesariamente lo mismo.
Hay varias cosas que él puede decir para medir ese éxito, como que se lograron varios objetivos militares, se mató a equis número de militantes del Talibán, se ha traído cierto grado de democracia a algunos pueblos, pero el problema es que vivimos con la ilusión de que estamos ahí por buenas razones y necesitamos una ilusión para poner fin a esa ilusión.
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