Teherán, 15 ene (PL) Representantes diplomáticos ante el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) llegaron hoy a Irán para visitar instalaciones nucleares de este país, en respuesta a una invitación valorada aquí como gesto de buena voluntad.
Miembros de la Junta de Gobernadores del OIEA, incluidos embajadores de Egipto, Venezuela, Cuba y Siria, vinieron para un denominado "tour de construcción de confianza", que durante dos días les permitirá recorrer las plantas atómicas de Arak y Natanz.
Por su parte, el representante permanente iraní ante el OIEA, Ali Asghar Soltanieh, anunció que la República Islámica mostrará este sábado nuevos logros durante la visita de los diplomáticos a la instalación de agua pesada de Arak.
"Hoy revelaremos numerosos éxitos nucleares nuevos en el campo de la medicina en presencia de huéspedes de países y organizaciones internacionales", dijo Soltanieh en alusión a una iniciativa antecedida por un viaje de miembros del OIEA en febrero de 2007.
El actual periplo de funcionarios foráneos por las plantas atómicas iraníes se anunció hace una semana mediante invitaciones a varias naciones occidentales, pero autoridades de China, Rusia y la Unión Europea (UE) declinaron participar.
Mientras el país persa describió el periplo como "medida de construcción de confianza", la UE consideró que el OIEA es el ente facultado para inspeccionar las instalaciones nucleares iraníes.
El rechazo europeo se produjo, sin embargo, una semana antes de que Irán retome en Estambul, Turquía, las conversaciones sobre cuestiones nucleares con el llamado Grupo 5+1 (los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU más Alemania).
Dichas pláticas, que Teherán insiste en que aborden temas globales y no sólo su programa nuclear, las encabezan el secretario general del Consejo Supremo de Seguridad Nacional, Saeed Jalili, y la jefa de la Política Exterior de la UE, Catherine Ashton.
Occidente acusa a la nación islámica de utilizar el enriquecimiento de uranio para fabricar bombas nucleares, una imputación negada en reiteradas ocasiones por Teherán, al argumentar que su programa es para producir medicinas y generar energía eléctrica.
Sin embargo, la República Islámica está sometida a cuatro rondas de sanciones económicas impuestas por la ONU bajo presión estadounidense para forzarla a renunciar a sus planes atómicos.
jl/ucl
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